lunes, 6 de febrero de 2012

Amanda Espejo




Amanda Espejo



ALGO ASÍ...


De vez en cuando, dormía así:
con los brazos cruzados,
curvos y apretados
sobre la cálida luna de su vientre.

Soñaba tal vez...
Acunando, conteniendo, prolongando
todos los calores
los orgasmos, los temblores,
inducidos por...
el tanteo, la lamida y el jadeo
del intruso persistente,
(no nombrado)
empecinado en guarecerse
en el húmedo refugio
que (ella) esconde entre sus piernas.

Los viernes, noche,
casi rozando la madrugada,
después de la venida, la irrupción
y la estampida al galope
del Amatorio Prestado
( y para no llorar su falta...)
ella dormía así.


APRENDIZAJE

Entonces, dime...
¿Alguna vez te aprendiste mi espalda?

¿Caminaste a paso firme los adoquines de mi columna
deslizando tu cuerpo por sus lomas de huesos curvos
lamiendo - de paso - la textura leve de mis pecas
y el quiebre altivo de mi cintura?

¿Sellaste con tus labios al final del recorrido
 la hondonada tibia donde se guarece
la última vértebra de la serpiente?

Y si no lo haz hecho...
¿Cómo puedes saber
quién es la que duerme a tu lado?

                                 RETROCESO

         Ayer, hace unas horas,
pude entrever tus labios...
ambos, como parte de un todo
         y sin poder evitarlo
recaí en los tiempos idos.
En la secuencia inversa
de doce lunas enterradas,
lunas tristes, lunas yermas,
mudas testigos de mi metamorfosis.

Alguna vez....
Fui polilla con alas de mariposa.
Recordé las luces multiplicadas
estrellándose contra la ventana.
Escuché...
tu voz a horcajadas en el viento
descuartizando la noche,
y mi permanencia, quieta, hipnótica,
recortada contra el muro de cristal.

Yo... la duda... el acto... la consecuencia,
en desmedro frente a ti:
Tú... el misterio... la causa... el efecto.

Alguna vez...
Fui un pez con cola de gorrión.
Recordé tus manos de alfarero
moldeando ideas sobre el papel.
Presentí...
tus dedos descubriendo mi espalda
reinventando mis senderos,
y el arrullo suave de tus palmas...
canción de cuna sobre mis senos.


Yo... el deseo... la negación... el miedo,
En desnudo frente a ti:
Tú... el reflejo... la respuesta... el silencio.

Alguna vez...
Fui loba con alma de mujer.
Recordé los aromas del origen
y el verdor fresco de las praderas.
Intuí...
el final y el comienzo del camino...
Supe, que al escarbar en tu corazón
fluye y escurre mi propia sangre,
negándome toda posibilidad de vivir.

Yo... el instinto... la búsqueda... el dolor,
en esencia frente a ti:
Tú... el destello... las certezas... el no encuentro.

Ayer, no hace más que unas horas,
me presentaste tus labios
y allí, tras el esbozo de una sonrisa
pude percibir  alado e inmerso
en las lagunas de la indecisión,
          el aliento tenue de un beso.
Quilicura/

5 comentarios:

  1. Poemas donde el uso y el abandono dejan un reguero de elementos eróticos que plasman un sin fin de soledad.
    ES muy rico el lenguaje y se vuelca como una catarata de sensaciones y alientos.

    CElmiro Koryto

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    1. Gracias por tu comentario! Es muy motivador leer distintas opiniones sobre un texto que, como autores vemos de un modo, pero será recepcionado de modo singular por cada cual. En ello estriba el encanto de mostrarlo!

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  2. Ah , eL erotismo sutil , la pasión la nostalgia. Muy buenos Amanda. Siempre me agrada encontarte.
    Un abrazo grande.
    amelia

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    1. Se te corresponde el abrazo, y también me agrada leerte cada vez que te encuentro. Si no lo hago más es porque.......ando corriendo de un lado a otro!!!

      Besitos.

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  3. Un poema distinto, me encantó el estilo de esta poeta que sorprendió mis expectativas, Sin adornos superfluos, una poeta en mayúscula...
    andrés

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