S/T
Un pedazo de plomo
marca la línea
entre las cuatro patas.
La hiena
se arrastra
corriéndole al viento
y a la inmóvil espera.
Un cilindro espanta
la idea de la vida
y la muerte.
Y acá
entre mis líneas
desespera
el silencio.
S/ T
Si la muerte
fuera mi destino
quisiera que llegara
una noche
de selva
y luna
lamiéndome las patas.
Si el hombre
me rompiera el corazón
con su acero
quisiera que suceda
al pie de las melenas
de siete leonas madres,
en la pradera.
La paja
de la silla
que era de la abuela
es una vida que se fue
en desaires.
El respaldo
yergue su silueta
en columna trunca
nacida de los días
desalmados
de tambo
y extrañeza.
La sombra
estampa ausencia
en la siesta que se apura.
Una figura de abuela silenciosa
le miente
a esta hora.
S/T
En el filo
de las horas
los pies orillan
el suelo frío.
Tus manos
sostienen la cuerda
que agrieta la espalda.
Tu sombra
encorva un pico
que desgarra.
Punza
la agonía de otras tardes
el dibujo de tus senos
que se animan
a vengarse.
Griselda Rulfo
Preciosos, Griselda. Abrazos
ResponderEliminarCuanto decir en tu hacer delas palabras. Exacta, lejana,sentida. Tus poemas llegan, transportan.
ResponderEliminar¡Felicitaciones Griselda!
Recreación vivencial y de objetos a través de la palabra que descubre otra forma de ver la realidad. Una delicia su lectura.
ResponderEliminarMARITA RAGOZZA
Hola Gris !!! Bienvenida a esta casa. Me encantan tus textos , lo sabes. Un abrazo!!
ResponderEliminarGriselda tanto sentimiento, tanta poesía, un fuerte abrazo y felicitaciones por haberte sumado a Artesanías Literarias. marta comelli
ResponderEliminaralumna de creatividad pura e impura, de belleza incuestionable, intensidad hondísima. ¡ qué orgullo me produce leerte!! susana zazzetti
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