“LA
NAVE DE LOS LOCOS”
La indiferencia es un animal hambriento
Socava lo que encuentra a su paso.
Arranca
mis cabellos. Hurta. Arrasa.
Viola y traspasa las cuencas y los ojos.
Saquea mi osamenta con sus fauces
Se multiplica
en sangre de un animal herido.
De un niño. De un muerto. De una anciana.
Devora los padres y las madres.
Metástasis del lodo. Barbitúricos.
Pausa…pausa...El mundo está al revés.
La cabeza vacía y el vientre ardiente.
Hipnóticos, Narcóticos. “Quiero dormir nodriza
mía”
Y se me ha concedido la vida sin resurrección.
La fuga. El escape. La evasión.
Bautizada
Marie Charlotte Amélie.
Renacida. Guarida del delirio
He asesinado a Dios con mis propias manos
Han caído los ángeles y el juicio es una bestia
lujuriosa
Desviada de la
regla de tres. Del sendero recto.
Escupo mi demencia en los caminos rectos.
He tomado la curva sin regreso y he subido a la Nave.
Gloria a ti
bienamada.
Ven tómame en tus brazos. Largas maldiciones
nocturnas.
Mi locura, mi razón, en lecho de amantes, yacen
No temo que ella venga, temo que se vaya.
Que me deje. Separación es ecuación de angustia.
Nadie me encontrará. Porque yo no me encuentro
El espejo refleja el embudo invertido y no estoy, no soy.
En mi cabeza una rosa con media luna musulmana.
La indiferencia es un animal saciado.
Amelia Arellano
Metástasis de poesía que todo lo cubre, lo envuelve, lo descarna y lo almatiza, criaturas aladas, dioses... hermanos..unión, no separación, clamor para que la indiferencia sea la desertora. ( antes, se intoxique con su propio veneno )
ResponderEliminarMaravilloso, Amelia. Cariños.
MARITA RAGOZZA
MARITA RAGOZZA
Saciada o hambrienta las acciones de la indiferencia hecha poesía colma de sentidos al lector, saludos, C.A.T.
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