Precipicios
Se me agujereo el día
prometía ser compacto
límpido prometía
pero me adentré en mí mismo
y se me agujereo el día
entraron por los agujeros
estigmas, errores, ausencias, decidías
y se revolcaron indecentes
entre mis tripas raídas,
se me agujereo el día sin permiso, sin
aviso,
levantó el viso de mi intimidad
y violó mis precipicios,
mis angustias, mis ansiedades, mis
edades, mis sortilegios,
se me agujereo el día y me bebí su ajenjo
yo que gris evito los reflejos
mis espejos derramé: en un alma
desteñida,
en un mar de agua podrida, en un cielo de
maché.
Es el problema de los días límpidos, intentan abarcarnos, algo así como el abismo que nos devuelve la mirada, muy bueno, saludos, Carlos Arturo Trinelli
ResponderEliminar"...se me agujereo el día y me bebí su ajenjo..." ay suele pasar Ernesto. Dulcemente amargo , diría.
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