(Gijón, 1983), casi filológa hispánica por
Plástico
Hay
palabras de plástico
sentimientos de plástico
y caras de plástico, te dije
el día que hablamos de Jude Law.
Y tú,
con las manos llenas de tierra,
me enseñaste que por dentro
somos sucios
y hermosos.
(De Animales interiores)
Mosaico III
Me pides seguridad y me pregunto
si tengo cara de agencia o
mis manos forma de paracaídas.
Apunto el número
de un estudiante de psicología
con el que me lié el viernes pasado
mientras tú decidías el color
de los muebles de nuestra casa.
Quizás te ayude.
(De Mosaico breve para iconoclastas)
Hoy tampoco llegamos a Oz
No lo intentes:
en las baldosas que miras
—las de la cocina, donde
nunca llegamos a comernos—
no hay huellas
de pasos perdidos.
en las baldosas que miras
—las de la cocina, donde
nunca llegamos a comernos—
no hay huellas
de pasos perdidos.
Primero, mucho antes
de cualquier búsqueda,
está el camino.
Y para eso
hay que mancharse los pies.
de cualquier búsqueda,
está el camino.
Y para eso
hay que mancharse los pies.
De Últimas cartas a Kansas (Iº Premio “Pablo García Baena”, La bella Varsovia ,
AMO A ESE QUE TE HABITA,
como las mujeres gordas y deprimidas
se enamoran de condenados a muerte
y les envían cartas
con pasión y frases hechas
desde Nebraska, Maryland, Carolina del Norte.
Amo al preso famélico
que casi no siente la luz
-es ahí donde reside toda belleza-
y al que tienes mudo, mani-
atado con la misma soga
de la que lo quieres colgar.
Amo al recluso tatuado
con las confesiones que te callas,
que no teme ser sencillo
o tópico
o normal.
Lo amo tranquila, sin miedo
a su muerte porque sabemos
los tres
que él ha de estar siempre
y aun privado
de alas
controla todos tus vuelos.
Todavía hay restos de cera
en los brazos de Ícaro. Se la
quito en los bis a bis
que nos permites.
Del libro Últimas cartas a Kansas,
se enamoran de condenados a muerte
y les envían cartas
con pasión y frases hechas
desde Nebraska, Maryland, Carolina del Norte.
Amo al preso famélico
que casi no siente la luz
-es ahí donde reside toda belleza-
y al que tienes mudo, mani-
atado con la misma soga
de la que lo quieres colgar.
Amo al recluso tatuado
con las confesiones que te callas,
que no teme ser sencillo
o tópico
o normal.
Lo amo tranquila, sin miedo
a su muerte porque sabemos
los tres
que él ha de estar siempre
y aun privado
de alas
controla todos tus vuelos.
Todavía hay restos de cera
en los brazos de Ícaro. Se la
quito en los bis a bis
que nos permites.
Del libro Últimas cartas a Kansas,
Muy ,peromuy bbuenos poemas. Todos tienen un mensaje implícito.
ResponderEliminarGracias.
amelia
Seguro que son excelentes poemas, pero además tienen un estilo tan fresco y directo que hablan de una agilidad mental que arremete desde ángulos diversos.
ResponderEliminarUn placer leerlos.
Celmiro Koryto
ES UNA POESÍA NO SÓLO FRANCA Y DIRECTA Y ENCUENTRO EN ELLA LA INFLUENCIA DEL LENGUAJE CINEMATOGRÁFICO
ResponderEliminarDE AHÍ SU FLUIDEZ Y DESENFADO.
ME GUSTÓ MUCHO SU ESTILO
MANUEL MOSQUERA