CARMEN VÁSCONES
A sheyla bravo, y a sus hijas maya y soledad
La princesa de las flores azules anda descalza por camino de piedras
la siguen rana y colibrí en secreto van llevando hilos de hojas
ella teje vestido de estrellas sin descanso con sus manitas inquietas
para su muñeca revoltosa
esta estira los brazos en la buhardilla cómplice
el corazón le salta en cada subida
como canguro tierno dentro de la alforja de su madre
toda atenta mira una escalera de madera y sin pensarlo
se echa se acomoda y cruza las piernas
parece dueña del mundo en la mitad de la luna de su sonrisa nace el cielo
coqueta y toda impaciente saca aguja y ensarta gotas de espejos
se prestan como ofrenda a los relámpagos del encanto
destella en su piel memoria y trazos de fonemas
de tiara en tiara hace tal diadema
cae como chal de aura en todo su cuerpo de niña
soñando paraíso andrógino
prende fogata
atiza braza
casi incendia al verbo ingobernable en su paila de dudas
se acuerda tiene quiera o no continuar
se levanta coge una ramita
en la otra mano aprieta a la traposita
muñeca toda negra con su vestido rojísimo y lentejas de agua fuente
parece tocar génesis de cada vástago queriendo saberse si cabe
en los brazos de la vocal acompañante del vacío en el destiempo de uno
La soledad va asomando como cueva tierna
Avanza como pensando si algo olvida
hace gesto como si dudase
coge un pedazo de raíz y la echa a ningún lado
se acuerda casi al último
está a punto de llegar a la loma de guápulo
¡claro! falta un detalle: sus velitas ¿dónde? ¡ya!
saca de uno de sus bolsillos dos flores amarillas de cera
en ese instante recuerda al mar
se ve echando en la marea pétalos mientras llama a changó
va vestida de liencillo y flores blancas
poco a poco se desprenden de su cuerpecillo de arena
Queda desnuda la infante no pudiendo creer ha conocido
esa inmensa sábana celeste que se mueve sin batirla nadie
se pregunta ¿será el espejo del cielo libre de ojos celosos?
Ahora sí
llega allí a loma tan alta
a veces haciendo creer dominamos el miedo
se arrodilla calladamente a un costado con su única acompañante
no sin antes sacar unos fosforitos y prenderlos ocultándolos al viento
sus dos florecillas radiantes como el sol se anidan a los filos
se lo ocurre ponerle un nombre a cada una
Se llamaran Soledad y Maya en la dulce presencia de la existencia
Les dice como cómplices de clarividencia -a que nos cuidamos-
parecen almas siamesas del día y de la noche
Iluminan como vasos comunicantes para no perder la magia de la nada
Ahora sí se acuesta a descansar mientras la tierra despaciosamente
la cubre con su frazada terracota hasta dejar sólo a la vista
a las dos llamitas desconcertadas sobre la hierba
Se deja oír algo
es el eco trayendo una sombra difuminada
inquieta al misterio ocultándose
es el arco iris todo liviano llegando atrapado
hace sonreír a las dos chispitas tristes
lo trae el búho en sus alas envuelto como bufanda
y está no puede más con tanto enredo en las plumas
La danza enigmática de la ola derrota a la razón
Ya no más pensar en los dos lados de la palabra
nace la voz del encanto en el embrujo del sol
atrapa vacío sonido de agua ausentándose
Imagen de fuego y lluvia los tachones de la sombra
El viento desprende memoria cansada de contradecir
ayuno de montañas el abismo del sueño
En sus labios tumba pasión sin respuesta
Los velos del cielo una pupila dejando notar la duda del deseo:
precipicio de eros lucha inacabada
“El tiempo petrificado”
se desborona
El caos falla del crío convocando mitad sin mí
El anhelo se escapa al ser
no quiere lo devore el hastío
Alguien lee las “crónicas del edén” y la fábula de un momento:
una mujer desafío al destino hasta dar con ella
(No necesitas adivinar quién es)
ºººººººººººººººººº
Narración infantil poemada de una adultez en crónica sin paraíso pero con mucho movimiento. Imágenes van y vienen contra las emociones como olas danzantes que te encuentran vivo en muchas descripciones. Conmovedor. ElsaJaná.
ResponderEliminarMucho tiempo ha pasado desde la última publicación de su letra en la revista.../faltaba/ esa dosis de su estilo tan especial de decir las cosas.
ResponderEliminarUn gusto
Celmiro Koryto
Un poema de profundas raíces escrito maravillosamente por esta escritora, poeta y ensayista ecuatoriana que me asombra por su imaginación y dulzura estilística. Gracias por traerla a esta revista.
ResponderEliminarInés Toledo
Profundidad de la idea enriquecida con el compromiso sensible. Muy bello
ResponderEliminarCristina
Hay un encadenamiento de figuras literarias que son perlas de sugestión y maravilla.
ResponderEliminar" Ya no pensar más en los dos lados de la palabra".
Excelente publicación.
MARITA RAGOZZA