domingo, 8 de mayo de 2011

MARCOS SILBER


MARCOS SILBER


MARCOS SILBER
La Pequeña Fraülin Martina
Abuelo Klaus jura:
             No sé, no recuerdo, no vi.
Irresistible el cielo del azul de sus ojos
como el cielo de Baviera.
(Es azul el cielo de Baviera? )
Inevitable el azul de su mirar
como el aire de la mañana de Baviera.
(Es azul el aire de la mañana de Baviera?)
Fraülin Martina trae azules desde las fuentes
de aguas de azules Danubios
en los ojos de abuelo Klaus
con quietud de vacío de bosques azules
clamoroso de azules vocecitas
de niñitos azules con ojos de cielo de Baviera.
(Es azul el cielo de Baviera?)
Lleva mudo los ojos el abuelo Klaus
helado el azul de ver mieditos
y tinieblas azules
del otro lado de las alambradas
sobre la escena del ayer de atrás..
Fraülin Martina sonríe
y se ilumina su inocencia azul
como el azul del cielo de Baviera.
(El cielo de Baviera es azul?)

         Alegorías
Cuando escribo “ellos”
aparece el retrato de mi gente.
Si digo “derrota”
es porque nos cruzamos sin advertirnos.
Apunto “fuego”, para regresar
a la caverna donde recuperar mi sombra.
Copio “partidas” y se oye
el aullido negro de perros abandonados.
Subrayo “juego” y bajan colores
y más colores para batir a la niebla.
“Mesa” descubre un jardín de sublimes porcelanas.
“Sueño”, señala a la gigante bestia que baila feliz.
“Lilas”, se ofrecen para que las lleve al poema.
Cuando anoto “tranvía “acude el temblor
de una emoción de olas que no ceden.
“Abuelo” se presenta para que descubra
el desconocido rostro de su voz.
Y si dibujo el nombre de mi amada
será la rendición de los enemigos;
a saber: la soledad, la zozobra,
y la perversa lámpara
que me alumbra la puerta de salida. 
Los Peores Hombres de mi Generación 
Ciega va la gente de mi tiempo;
moribundo, entre tinieblas el paisaje.
Entregados los mayores, y los más jóvenes
rugiendo canciones de vencidos.
No fue oído el que decía:
“es necesario ser un poco malos
para ser después definitivamente buenos”.
Ciega va la gente de mi tiempo;
los varones se baten sobre la arena de los días,
arañan las mujeres sus vestidos
se arrancan los pechos, y juegan
a los héroes los más pequeños.
No fue oído el que decía:
“casi todos descreen de la hermandad”.
Ciega va la gente de mi tiempo,
hechizados con fuegos de artificio.
No fue oído el que decía:
“oscuro se presenta el corazón de muchos”.
Ciega va la gente de mi tiempo;
en blanco y negro se detonan los sucesos.
Los poderosos ocupan el trono de la nave central.
Se muestran triunfales y altivos
los peores hombres de mi generación.

6 comentarios:

  1. Los tres poemas me impactaron. hay una cruel realidad contada con tanta ternura.
    Cuando nombra distintas palabras y lo que cada una significa a sus sentimientos pensé en la amplitud de significados según las vivencias.
    Cuánta solvencia en el autor, no sólo verbal sino también de calidez humana.
    Un afectuoso abrazo

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  2. Leer la poesía de Marcos Silber es penetrar todos los fantasmas que le contaron sus abuelos y ese amor que lo exime de los dolores mundanos . En un ir y venir asume con dulce apego las palabras más duras y su responsabilidad con la generación que le toca vivir.

    Un sincero reconocimiento al hombre y al poeta.

    Celmiro Koryto

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  3. Leo a Silbert y no puedo dejar de recordar "tocala de nuevo Sam " Me conmueve, me moviliza. Gracias.
    amelia

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  4. Es verdad poeta, la palabra no es inocente , tampoco los hombres.
    Poesía de excelencia.
    amelia

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  5. Poeta de nuestro tiempo y de excelencia en su escritura. Sus palabras descubren nuevos significados y nos hacen descubrir el rostro de la vida desde una aparente ingenuidad.
    Felicitaciones a la Revista por esta publicación.
    MARITA RAGOZZA

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  6. He leído a Silber bastante y si leo a un autor es porque me impacta, me llega. Muy grato tenerlo en artesanías

    Pedro Altamirano

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