Trilogía de la espera Zama / Los suicidas / El silenciero
Desacuerdo silencioso con el mundo
J. ERNESTO AYALA-DIP 21/05/2011
En los años ochenta se publicó en nuestro país (España) Zama, la novela de un escritor argentino casi desconocido. Se trataba de Antonio Di Benedetto. Su publicación (por la editorial Planeta en una colección dedicada a la novela latinoamericana) pasó sin pena ni gloria. Su autor, que había nacido en la provincia de Mendoza en 1922, estuvo en España casi al final de su vida. Con una salud (física y psicológica) muy maltrecha a causa de las torturas que sufrió durante la dictadura de Videla, su vida se apagó en 1986. Ahora se nos brinda la oportunidad de saldar la inmensa deuda que los lectores españoles tienen con la obra de Di Benedetto. Tres son las novelas que se editan. Blindadas con un prólogo de Juan José Saer y un epílogo de Sergio Chejfec, salen al público con el título de Trilogía de la espera. En realidad las novelas que conforman esta trilogía se publicaron por separado y en distintos años: Zama en 1956, El silenciero en 1964 y Los suicidas en 1969. Sabemos que el título originario de Zama iba a ser Espera en medio de la tierra. Saer y Chejfec coinciden en la relevancia casi irrepetible en la manera de novelar de Di Benedetto. Y, sobre todo, coinciden en diagnosticar una escritura que aparece en el escenario de la novela argentina como un idioma narrativo distinto, sin genealogía, apátrida.
De Zama se podría decir que es la novela que describe la decadencia de un imperio: el español en la América del Sur (Paraguay). También se podría agregar que su protagonista y narrador es un funcionario que espera su paga y mientras llega, para entretenerse, se entrega a algunos juegos eróticos. Si se tratara de tal novela, estaríamos ante un pastiche de novela licenciosa del siglo dieciocho. Zama con hacer referencia a algunos de estos asuntos argumentales, nada tiene que ver con ello. Esta es la novela de un funcionario que espera una paga, sí, pero fundamentalmente que espera. (En Perder teorías, Enrique Vila-Matas defiende la idea de que todos los libros de Julien Gracq son metáforas de la espera. Tampoco hay que olvidar que uno de los textos capitales de la búsqueda del ser argentino se titula El hombre que está solo y espera, de Scalabrini Ortiz). El letrado Diego de Zama, al servicio de la Corona española, está instalado en su larga espera como los personajes de Dino Buzzati lo están a la espera de un invasor que nunca llega. Quiero decir con ello que están descritos con una lengua literaria desafectada, ajena a la expresividad, sólo atenta a dibujar un absurdo, un desacuerdo silencioso con el mundo. En Zamano falta la marca kafkiana, ese oscuro funcionario llamado Manuel Fernández que escribe una obra ignota a hurtadillas. Las dos novelas restantes son una resultante de aquella. Lo son en su fundamento filosófico y en su estructura estilística. El silenciero es el relato de un hombre que espera un silencio definitivo, y Los suicidas, amén de una historia ontológica del suicido, es la espera de una conciencia de estirpe camusiana que en el último instante de su contrato con la nada se rebela contra ella. La Trilogía de la espera es una luminosa endecha a la herida de todos los desarraigos. Y una obra mayor contra el dispendio de las palabras. ■
Bueno o malo pero caí en las generales....., desconcocía al novelista. Gracias por aproximarnoslo. Abrá que buscarlo (en varios sentidos) Más, aún Porque su escritura asociada o con alguna relación camusiana. Graciela U.
ResponderEliminarAntonio Di Benedetto es importante para mi lectura desde hace muchísimo tiempo. Me encanta este mendocino que a partir de cosas muy simple logra construir hondas historias ricas en forma y contenido. Tiene esos personajes que sobreviven y que uno recuerda. Hay un libro suyo con cuentos hermosos "Absurdos" Gracias por traerlo
ResponderEliminarPedro Altamirano
Comencé a leer al gran escritor mendocino gracias al fervor de Juan José Saer, quien ponderó la obra de este autor tan personal, que sufrió las penurias de los perseguidos por los asesinos del proceso. Me permito reproducir un par de párrafos sobre él:
ResponderEliminarDi Benedetto ocupa un destacado lugar en la narrativa contemporánea argentina. Para ello lo acreditan su personalísimo estilo, su capacidad de crear personajes vivos, su facultad inventiva, su aguda captación sensorial y su activa intencionalidad poética de remodelador del mundo.
En Zama, alcanzó su culminación el realismo profundo de Di Benedetto; fuerte, cruel, incisivo, supera las apariencias de las cosas y acoge en su seno los productos de la más pura fantasía creadora. En 1976, pocas horas después del golpe militar del 24 de marzo, Di Benedetto fue secuestrado por el ejército. "Creo nunca estaré seguro que fui encarcelado por algo que publiqué. Mi sufrimiento hubiese sido menor si alguna vez me hubieran dicho qué exactamente. Pero no lo supe. Esta incertidumbre es la más horrorosas de las torturas", diría años más tarde. Humillado, golpeado y destrozado anímicamente, fue excarcelado el 4 de septiembre de 1977 y se exilió en Estados Unidos, Francia y España. Regresó definitivamente a la Argentina en 1985. Murió víctima de un derrame cerebral el 10 de octubre de 1986 en Buenos Aires.
(fuentes: Graciela de Sola en el "Diccionario de la Literatura Argentina", de Pedro Orgambide y Roberto Yahni, publicado por Sudamericana.
Una vida tronchada por la dictadura, con cárcel que le dejó heridas que nunca pudo superar. Un escritor argentino que escribe en forma universal y atemporal.Ha escrito sobre el hombre sumergido en un sistema injusto, braceando contra la incomprensión, la soledad y la desubicación. Nada nuevo que el lector memorioso no haya detectado especialmente a través de "Zama" y "El silenciero", la inoperancia de la lucidez humana ante la enmarañada red de situaciones que lo entrampan.
ResponderEliminarHora de re-editar su obra y brindarle la lectura que merece.
MARITA RAGOZZA
Saer calificó a Zama como la gran novela latinoamericana, en lo personal descubrí a Di Benedetto en mis primeros años de lector y quedé atrapado hasta el hoy, me place que se lo reedite y se le de el justo lugar que se merece en las letras, Carlos Arturo Trinelli
ResponderEliminaruna cosa más para la señora Marita, hace poco más de un año compré los Cuentos Completos editados por la editorial Adriana Hidalgo
Una obra que es de lectura obligatoria, es Zama. Cuando se habla de mendocino , me surge una duda , creí que era cordobés radicado en Mendoza.
ResponderEliminarGracias por traerlo.
amelia