LUIS ARMENTA MALPICA |
Luis Armenta Malpica (D.F., 1961) radicado en Guadalajara, Jalisco, desde 1974, ha desarrollado su vocación literaria y de promoción. Poeta, ensayista y traductor del francés, es miembro del Consejo Estatal para la Cultura y las Artes de Jalisco y director de Mantis editores. Ganador de diversos reconocimientos nacionales e internacionales en cuento, novela y poesía, entre los que destacan los premios Clemencia Isaura, Efraín Huerta, Ramón López Velarde, Benemérito de América, Alí Chumacero, San Juan del Río, Amado Nervo, de San Román, e iberoamericano de poesía Continentes (Unesco). Mención en el Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda (Chile, 2000) y en el VIII Premio Internacional de Poesía Nicolás Guillén (México-Cuba). Expremio de poesía Aguascalientes, en 1996, y Premio Jalisco en Letras 2008. Por su labor editorial recibió la Pluma de Plata, en 2006. Libros y poemas de su autoría han sido traducidos al inglés, francés, portugués, alemán, italiano, catalán, rumano, árabe y ruso. Autor de trece poemarios: Voluntad de la luz, Des(as)cendencia, Ebriedad de Dios, Luz de los otros,Ciertos milagros laicos, Mundo Nuevo, mar siguiente, Sangrial, El cielo más líquido yCuerpo+después, entre otros. Ha participado en recitales de poesía y diversos encuentros nacionales (casi todo el país) e internacionales en Trois-Rivières (Quebec), Moscú, París, Islas Canarias, Barcelona, Madrid, Iasi (Rumania), Mainz y Weisbaden (Alemania), La Habana , Sao Paulo, Río de Janeiro y en algunos congresos de literatura en San Diego, Kentucky, Ohio, Charlotte (Carolina), Virginia y El Paso, en Estados Unidos.
Cante hondo
El amor envejece con el cuerpo.
Aunque en la desnudez perfecto es siempre.
(Es la carne. Es la espada.
Toda fiesta bravísima donde nos reencontramos
uno enfrente del otro
—con la bestia).
Sabemos lo que dura:
media tarde, un insomnio, seis años
una vida. ¿Cuánto podría durar hasta que no se agota?
(En el amor los hombres se montan a otros hombres
les hincan las espuelas, los jalan de la brida.
Y ya después, cansados, sudorosos, les dejan en los belfos un bote de cebada.)
Es por eso que quiero humedecer despacio la tierra de tu nuca
los lentos girasoles de tu pecho
tu vientre, tus rodillas, cualquier páramo en llamas donde habites.
Decir ahogadamente cuánto te amo
—mis brazos en tu cuello
horca de sal mis manos—
y por qué la razón de repetirlo.
(Uncidos los caballos con un yugo
a la par
sometidos y sedientos
no serán pieza fuerte del tablero
ni quien enfrente al hombre con el toro.)
Que no me falte el agua es lo que pido:
que no me coma viva la sed que me atraganta.
El amor dura el tiempo necesario
para decir tu nombre y me respondas.
La última consecuencia del olvido es el silencio.
La forma más antigua de estar solo.
Desde lo hondo de su poesía nos seduce con su lenguaje y siempre nos sorprende su estilo.
ResponderEliminarCElmiro Koryto
Hablar del amor con originalidad y un erotismo que se palpa en la delicadeza de los tèrminos, no es fácil, me reconfortan estas poesías tan bien logradas, un abrazo
ResponderEliminarBetty
Transitas muchas, muchísimas posibilidades del amor.Lo descarnado, abstracto, lo animal, la ternura. Me encantó.
ResponderEliminarGraciela Urcullu