jueves, 8 de marzo de 2012

Amelia Arellano






TRES ESTACIONES Y UNA  MENOS
 “…Y yo te persigo en el desasosiego
Y pronuncio el nombre prohibido…”
 A. URDANETA

I: Estación de los fuegos.


Un joven rubio se masturba ,
al borde del estanque con agua congelada.
La mujer, detrás de cristales rosados, lo mira.
El fuego de la escarcha, la quema.

II: Estación de la sombras


 Un hombre inclinado, sobre su  fatiga.
Escribe sus ficciones.
La mujer, detrás de un vidrio empañado lo mira.
Siente que la sombra que la refleja no es de ella.

III: Estación de la envidia.


Un varón, que le recuerda a su padre,
 juega con sus perros , amorosamente.
La mujer, detrás de unos vidrios húmedos.
Levanta las orejas y mueve la cola.

IV: Estación del calvario


La mujer  prohibida .Desnuda en la hierba.
Yace, más triste que la muerte.
El hombre, detrás de unos vidrios espejados.
Se observa a si mismo.


Amelia Arellano 

7 comentarios:

  1. AMELIA,felicitaciones por este trabajo, maravilloso, has logrado trasmitir con un lenguage sensible y generoso, miserias y bondades humanas. Me encantó. un abrazo. marta comelli

    ResponderEliminar
  2. Amelia tus poemas son de aire de sol y de fuego escondidos tras la división de la soledad de la muerte y lo humano. De los sexos y las sombras y me han gustado. Como siempre, el tenor ambivalente crea la atmósfera.

    Celmiro Koryto

    ResponderEliminar
  3. Este poema de Amelia Arellano es el juego vital de la seducción y la mirada. Y también de la indagación interior.
    Son estaciones de la existencia en íntima conexión con los elementos vitales, con la pasión. Está la pareja edénica en actitudes y búsquedas distintas, y en todas el color – un color o una opacidad, un espejo – dan sentido a cada una de las estrofas.
    Juega Amelia con sutileza al darle título a cada estación: pasión que es ternura; un espejo empañado que la borra de la escena. En fin, una andada por momentos que significan mucho, hasta alcanzar el portal del yo y quedarse allí.
    Bello poema, querida amiga.

    ResponderEliminar
  4. Meli , tu sabes cuanto valoro tu poesía , en este caso , veo una angustiosa soledad existencial. Un narcisismo que excluye al otro .
    Una bella metáfora de nuestros días, mi querida.
    Alejandro Alcatara Ruiz

    ResponderEliminar
  5. HE LEÍDO POESÍAS DE ESTA AUTORA Y ME HAN GUSTADO: ESTE EXCEDE LOS LÍMITES DE LA MORAL Y ES DE MAL GUSTO

    ResponderEliminar
  6. Las estaciones de la pasión,tres mujeres tras el vidrio y luego el hombre, soledad, vacío. . . en un poema construído con fragmentos como un mosaico antiguo.
    De gran belleza.
    Felicitaciones Amelia.
    MARITA RAGOZZA

    ResponderEliminar
  7. El deseo como objeto del fuego, la sombra, la envidia, el calvario y en cada una de estas estaciones, como si fueran refugios de pecados capitales, la indiferencia. Hermoso poema, es como un grito que desgarra, saludos, Carlos Arturo Trinelli

    ResponderEliminar