viernes, 22 de febrero de 2013

Cristina Pailos


Davos  sede del Foro del norte;
 Túnez la voz del Foro del sur

Concluyó en Davos, la 43ª edición del Foro Económico Mundial al cual acudieron cerca de tres mil dirigentes provenientes de varios países- entre ellos unos cuarenta jefes de estado, representantes de organismos internacionales y de  los más poderosos grupos de poder. Las manifestaciones anti Davos también se hicieron sentir, como en anteriores oportunidades.
La economía global aún en riesgo de colapso, dice el fundador de Foro Económico Mundial, Klaus Schwab, profesor de la Universidad de Ginebra. Él mismo presidió el primer encuentro de dirigentes empresariales  de 1971para analizar las prácticas de administración comercial y financiera a nivel global. La idea era, entonces, reunir personalidades claves del mundo no sólo  en economía sino también en política, académicos y personalidades de la cultura para reunirse en un lugar tranquilo que les permitiera  una profunda concentración en el análisis e intercambio de idea sobre temas fundamentales de interés mundial.
Inicialmente, las reuniones se enfocaban  en cómo las empresas europeas podían alcanzar las prácticas de gestión de sus similares norteamericanas. Los temas que se vinieron tratando desde entonces fueron variados de acuerdo con la situación mundial para cada una de las fechas establecidas y que sería demasiado largo enumerar y ajeno a la índole de este comentario.
Davos, el lugar elegido para los encuentros no podría ser más propicio para la concentración profunda que los temas requerían: un exclusivo “ski resort” en los Alpes suizos..
Sin embargo, a juzgar hoy por las propias palabras de su fundador , los resultados obtenidos distan mucho de lo que algunos pretendía. Y digo “algunos” porque hasta quienes concurrieron al Foro actuaron esta vez con mucha cautela, sin declaraciones altisonantes  y el resto del mundo hace tiempo que no tiene grandes expectativas en las reuniones costosísimas del hoy glamoroso  Davos. Ellos son totalmente conscientes de que no solucionan nada.
Cito a continuación un fragmento de nota publicado por la página Sur y Sur con el título de Poderosos en su salsa  y firmada por Juan Guahán, de Question :
“Oxfam, una organización internacional de promoción del desarrollo y lucha contra la hambruna, ha publicado un documento denunciando que el 1% de la población más rica del planeta ha incrementado sus ingresos en un 60% durante las últimas dos décadas, pese a la crisis, `que no ha hecho más que acelerar esta tendencia’.
En otra parte de ese mismo informe manifiesta que el 33% de la riqueza mundial está fuera del control de los Estados protegida en los paraísos fiscales. Ese dinero podría producir una recaudación impositiva, en sus respectivos países, que ronda los 190 millones de dólares. Termina diciendo que durante el 2012 las 100 personas más ricas del mundo ingresaron a esos paraísos fiscales, 240 mil millones de dólares, esta cifra cubre cuatro veces la cantidad necesaria para poner fin a la pobreza en el planeta”.
Y en el mundo aumentan los millones de  desocupados o con mala calidad de empleo, y perspectivas bastante negativas en la economía global.


 Los aires puros de la montaña no pueden curar las enfermedades del mundo si los médicos encargados de remediarlas  hace tiempo que son acusados de mala praxis, de recetas obsoletas y lo que es peor, de haber producido la epidemia global con sus métodos equivocados y sus intereses que poco tienen que ver con la cura a los grandes males . Es difícil  que pueden encontrarla quienes produjeron la enfermedad . Por la poca repercusión que hasta ahora tiene en los medios, es fácil suponer que no debe cundir el optimismo ante la lectura de la realidad por más frívola que sea, ya que saben que las cosas no serán como antes: en el sur se ha fortalecido la confianza en que otro mundo es posible y se percibe un mayor protagonismo y participación a través de renovados movimientos sociales, y tomando distancia de los modelos  del norte.


Precisamente, por la falta de confianza en este Foro Económico Mundial, se realizó en 2001 el primer encuentro del Foro Social Mundial en Porto Alegre, Brasil, bastión incuestionable del PT (Partido de los Tabajadores) . Desde  entonces se han realizado encuentros en distintas partes del mundo , casi siempre en la misma fecha del encuentro de Suiza y se lo considera precisamente la antítesis de Davos.
Este año, 2013, el Foro Social Mundial tendrá su sede en Tunez entre el 23 y el 28 de marzo. A juzgar por la gran cantidad de participantes en la Asamblea preparatoria bajo la consigna de Dignidad, se espera un encuentro de magnitud sobre una temática concreta :  no depender de países hegemónicos para resolver sus problemas esenciales. Es indudable que en el corto tiempo del siglo XXI hemos visto el estallido de conflictos, viejos conflictos que no sólo no contaron con el ánimo de  ser frenados sino que se los atizó y se los llevó a la máxima de virulencia. En síntesis,   se advierte en el Foro del norte (Davos) que el sur ya no es el mismo: Otros gobiernos, estudios y reclamos para otra medicina social, otras condiciones de trabajo, y reivindicación de los derechos de la mujer, de los pueblos originarios, de los inmigrantes y por encima de todo, no pago de una deuda usuraria y al dictado imperialista a las políticas nacionales.
Ya había terminado de escribir cuando hoy domingo 3 de febrero en la página central del diario La Capital de esta ciudad de Mar del Plata encontré un enorme título:LAS DIEZ CLAVES QUE DEJÓ DAVOS. No lo leí aún ni me entusiasma hacerlo pero le dí una ojeada a los subtítulos. Intuyo que una vez más la enferma economía  fue atendida por los dudosos profesionales de siempre:
1 Lo peor de la crisis ha pasado
2. Criticas a Alemania
3. Japón está de regreso
 4. Habrá más desempleo
5. Se avecinan guerras monetarias
6. Inflación, el peligro acallado
7. La sombra del Medio Oriente
8 Es hora de humanizar las empresas
9 Redefinir la idea de liderazgo
10. Surge una nueva era de la información
Por lo poco que pude “espiar”, una vez más, esta cumbre sólo expresa los  temores de los poderes políticos y económicos por los posibles estallidos sociales y el impacto de la interconexión de millones de teléfonos y de redes sociales. Piensan que con innovaciones además de productividad , las empresas podrán ponerse a  la altura de los desafíos. (Ni a los desocupados ni a otra gente como yo nos interesan dichas innovaciones)


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¿Por qué elegí escribir sobre Davos si no estoy aportando nada nuevo, además de no gustarme?
Siempre que se producen dichos encuentros, el enclave de los Alpes suizos,  verdadero centro  de ski de lujo , me traslada de golpe a la literatura, concretamente a La Montaña Mágica de Thomas Mann. No sé como no tuve en cuenta a Davos cuando escribí en estas mismas páginas una serie de comentarios sobre ciudades o lugares geográficos como protagonistas en la literatura.
 De los años veinte al treinta , principalmente,  Davos tenía tantos sanatorios como hoy tiene hoteles turísticos. Creo que eran más de cuarenta sanatorios. Era la época en que se consideraba que el sol y el aire sano de montaña, y en especial el de  Davos, curaba o era muy recomendable para los tuberculosos y asmáticos. Allí acudían enfermos de toda Europa. Por la misma época nosotros teníamos una pequeña y modesta réplica de internaciones para tísicos en Córdoba, si la comparamos con la gran sede alpina . La esposa deThomas Mann es tuvo internada en la Clínica Valbella de Davos  durante largos meses Así el escritor pudo conocerlo y encontró allí el modelo de la Clínica Berghof  de su novela. y reflexionar sobre el lugar, los profesionales y la vida , pensamiento e ideas de los pacientes de entonces, cuyos destinos, en gran parte de los casos , terminaba con la muerte y . El cementerio en un bosque cercano dejó en sus barrocas lápidas el fin de hombres y mujeres, muchos de ellos menores de treinta años que pasaron por la Clínica Valbella. Era un edificio de belleza imponente y con más de doscientas habitaciones. Se lo consideraba un sanatorio modelo también por sus curas para el asma y por sus baños de fango y sus piletas.  La llegada de los antibióticos terminó con el mito y el negocio.
Para muchos críticos, La Montaña Mágica es una gran metáfora de la alta burguesía decadente de esa Europa anterior a la guerra.
Cuando leí la novela, hace mucho, recuerdo que le prestaba mucha atención a las actitudes , reflexiones , y forma de relacionarse de los pacientes entre sí, y pensaba que cuando se está mucho tiempo lejos del mundo real, una se debe aferrar a la ficción de micro mundo, a construcciones fantásticas para ahuyentar las sombras de la enfermedad y de la muerte. No sólo la muerte allí dentro, sino la que en poco tiempo vendría masivamente con  crisis económica, la guerra y el nazismo.
Y todos los años pienso lo mismo: los máximos representantes mundiales de la política y de la economía  descubrieron en Davos un lugar donde adoptar una posición de naturalidad y preocupación (verdaderas o falsas) respecto de la decadencia, de la cual, muchos de ellos son responsables.
Que destino tan enfermito es el de Davos.

2 comentarios:

  1. Interesantes reflexiones sobre la realidad del mundo.Aunque cambian los protagonistas, se mantiene firme el antagonismo entre los que dominan la sociedad al margen de los gobiernos y los que sufrimos esa dominación. Podrá el Sur superar la corrupción, los intereses económicos, el poder de los capitales internacionales? El tiempo lo dirá...

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  2. El foro de Davos da vergüenza ajena y produce indignación pero me gustó mucho la vinculación del sitio con la literatura y el cierre sobre el destino del lugar (enfermito) incluso la aplicación del diminutivo me pareció una buena humorada, Carlos Arturo Trinelli

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