El infierno tiene dos metros y es infinito
se viste con mis ropas.
No tiene puertas ni ventanas.
Allí, los rostros se repiten
las palabras se vacían
los gritos se sofocan.
Es muy pequeño,
tan pequeño como el café de la mañana
o las sandalias de la noche.
El infierno, ese infierno hecho de ríos helados
de casas vacías
de sendas borradas,
ese pequeño infierno
a veces me abraza
y se convierte en sombra.
EL CANTO DE SIRENA
Cuando ella abría la puerta
un aire tibio se colaba.
Por el largo pasillo
llantos furtivos y pequeños pasos
salían a su encuentro.
La humeante cocina recorría silenciosa
las paredes de la vieja casa.
Todo estaba en orden
hasta las cenizas del hogar
que se ocultaban detrás de alguna puerta
de esas que jamás se cierran.
El gato junto al fuego
y el canto de sirena entre sus leños.
Cada vez que abría la puerta
la mujer acomodaba sus cabellos
alisaba sus vestidos
ocultaba las cenizas.
Y otra vez
por el pasillo se escuchaban los pequeños pasos
y esa voz
esa pequeña voz
silabeando a Rosa y a Romero
y los llantos infantiles
y el fuego crepitando en el hogar.
Cuando ella abría la puerta
un aire tibio se colaba
y un canto ambiguo
el canto de sirena
recorría los cuartos de la casa.
Ofelia Funes – de su libro “El Cuarto de Atrás”
El canto de la Sierena suaviza lor ruidos y entibia el rostro del infierno. Bello. Muy bello.
ResponderEliminarMi abrazo, amelia
La poesía de la señora Ofelia siempre me conquista y esta vez no fue la excepción. Felicitaciones.
ResponderEliminarEugenio
Lo mágico de este tipo de poesía, es que puede ponerse en la piel de cualquiera con sus muchas necesidades interiores. Ofelia lo logra con soltura y madurez y te toca. ElsaJaná.
ResponderEliminarSabés querida Ofelia, te lo dije, todo lo que me gusta "El cuatro de atrás" o sea nada más que agregar. Tu poesía es exquisita.
ResponderEliminarLily Chavez
SIEMPRE LO DIGO, ME GUSTA SU POESIA SEÑORA Y ES UN PLACER QUE INTEGRE CADA TANTO ESTA REVISTA CON ALGUNOS POEMAS SUYOS. LA FELICITO
ResponderEliminarEDGAR BUSTOS