jueves, 22 de julio de 2010

MARCELO DUGHETTI

Collage rústico 2

BABUINOS* (fragmento)

Los doce babuinos tienen su ciudad celeste infectada de cables.
Alta tensión de los alambres en los que se cocinan los pájaros
como notas de un marcha fúnebre.    
Los doce babuinos se han apareado esta tarde; el documentalista filma el justo momento en que se comen a  sus hijos
no son tiempos de esperanza, -acecha el mono superior y la tropa errante, exiliada de la ciudad celeste                          
 babuinos que no tuvieron el valor de amar las vísceras de sus hijos
de tanto en tanto caen los  viejos
Los aniquilan los doce,  que en realidad son miles de doce babuinos
 trepando a los cables de alta tensión donde descansan los pájaros nocturnos como de una marcha fúnebre
La pobreza les reza con canciones donde el sahumerio adora las alturas.
La pobreza levanta sus tibias y sus húmeros con un canto de fiebres y hambres allá  donde se asa el primer mono que no supo el juego de los saltos complejos entre los arcos voltaicos de esas instalaciones.
Cuando los aparatos de refrigerar, los espejos luminosos en los que creen como en Isis, las breves lámparas que los separan de la noche, tiemblan ,agonizan y finalmente se apagan; ha muerto un babuino.
El babuino cae quedan once. De los miles de babuinos de cada docena, un babuino cae y quedan once.
Abren la boca en un grito angurriento por esa carne traspasada de electrones.
Ahuyentan los pájaros funebreros y observan con detenimiento a los monos superiores, llenar la pala de sus camiones , construir una torre, encender  el fuego.
Dije que de vez en vez los doce son visitados por otros babuinos.
Ciegos papiones de la ciudad errante.
Padre los vigila en sistemas articulados de gritos y señas on tres hijos a los que aun no comió, espera el ataque
Porque padre sabe que no hay interés en legarnos a nadie,
no será la sangre la  que establezca la verdadera continuidad de nuestra raza.
Porque si entre los indóciles, solo uno merece a Padre el respeto con que se levantaron miles de reyes del polvo de la historia.
Si solo uno entre ellos asombra la capacidad de nuestro sabio jefe y parte su corazón en la dentellada justa, ese y no otro será ungido.
Los rebeldes vendrán cuando el sol abandone la ciudad  y obligaran a padre y a sus soldados a sobresaltar la noche con la el grito fosforescente  entre el marfil y el odio.
Vendrán por los abalorios, los alimentos, las hembras.
Vendrán y no sabremos si padre podrá convocar el espíritu desolado de nuestro añorado Egipto
Las  dulces ánforas de vino blanco.
Los cuarenta días de arena del Khamsin
Las  lágrimas de Isis fertilizando los sueños de nuestros hermanos
Es por eso que esta noche, esta misma noche
las hembras adolescentes preparan sus genitales para los hijos de la ciudad errante.
Los hijos de la ciudad errante, papiones comunes
que se atrevieron a desafiar la voz del creador de lo días.
Ellos ya saben que el sol no puede ser la noche. No creen en la voz de Padre
En la momia que lo representa en la cámara oculta.
En los 12 babuinos incandescentes de nuestro relieve amado
acompañando el sueño de los faraones.
Padre fue un protector Nebmerutef  el escriba lo sabe, este donde este.
Su busto aún lo protege.
Los poetas lo saben, Padre ha sido un dios.
Asaltando la caravana de automóviles nadie lo diría.
En las azoteas de la ciudad  hemos comido de sus combates.
El sol ha viajado lento, el calor ha fundido el día.
Padre se duerme mientras lo despiojan sus hembras.
Entre sus tesoros botellas de coca cola brillantes  reflejan la luz de los seguidores.
Desde Mali hasta Etiopia nos han visto trepar las paredes de un mundo que no comprenderemos jamás  que no aceptaremos
En las terrazas de ciudad del cabo vuelve a escucharse el chelo

* En breve será publicado completo en Artesanía en Poética

3 comentarios:

  1. Felicitaciones amigo!!! Va a ser un placer tenerlo también en Artesanías poéticas. El tiempo allí permite un paso lento y agradable para disfrutar y analizar esta lectura con todos los sentidos. Abrazo

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  2. Espectacular. Imágenes que insisten en que se les abra la puerta de la imaginación, y después nada es distinto. Felicitaciones. Jorge Rossi

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