La revista que nunca duerme

Arturo Trinelli / LENNON

Un recuerdo estragado por el tiempo eso es lo que es para mi ese día. No sé bien cómo me enteré y menos qué me hallaba haciendo, sé que estaba en mi casa, es un decir, en la casa de mi suegra y creo que fue la radio quien me lo dijo: asesinaron a John Lennon. Era el año 1980 y yo era joven (él también y así quedó para siempre), estaba aislado, vivo pero aislado, esporádicamente me enteraba que al Ruso lo habían chupado, que al oso Damián se lo llevaron de su casa, que a la Lily, todo un cuadro, la levantaron en una cita falsa y yo lloraba por Lennon y es que era joven, no podía llorar por lo que sucedía en el país pero sí por mi amigo John al que conocí en 1963 y tomó mi mano y me fue llevando entre secretos y socorros ayudándome a crecer. Todo lo que él decía en sus canciones me pasaba a mi, todo lo que proponía me parecía justo. Cada canción me remite a un instante, a una sensación, a una presencia a mi lado.
     Mi colección de la revista Crisis, El Descamisado, algunos libros, todos los tiré, los perdí a propósito pero conservé sus discos. Ese día los puse, escuché Mind games   a todo volumen y lloré sí, por Lennon, por mí, por mis compañeros. 


Buenos Aires, dic.2010