martes, 26 de noviembre de 2013

Xafier Leib¨'s

Clint...

Clint Eastwood entró en el vagón del metro. Estaba vestido como en “El bueno, el malo y el feo”, con su sombrero de cowboy, las botas y su pistola en la mano. Montaba su caballo y con su mirada escudriñaba a los pasajeros. Todos bajamos la vista hacia el suelo y un silencio mortuorio se hizo en el lugar.
Entonces Clint comenzó a avanzar lentamente y en silencio. El único ruido que se podía oír era el de los pasos de su caballo negro.
Se detuvo frente a mí. Colocó su revólver sobre mi mentón y me forzó a levantar la cabeza. Su mirada me hizo palidecer. Con un gesto me indicó que debía salir del vagón. Estábamos en la estación “Hôtel de Ville”.
Tuvimos que esperar unos largos minutos hasta que el empleado de la estación nos abriera la puerta grande, destinada a las personas que llevan equipajes o cochecitos para bebés, ya que Clint y su caballo no podían pasar. Cuando ya estábamos afuera, la gente comenzó a rodearnos. Clint bajó de su caballo y lo ató a la calesita antigua que se encuentra sobre la plaza, delante de la municipalidad parisina. Abrí la boca para decir algo, pero la mirada de Clint me hizo callar de inmediato. Sacó una segunda pistola y la arrojó hacia mí.
Mientras tanto la calesita comenzó a girar, obligando al pobre y dócil caballo a trotar en círculos.
Temblando de miedo y cubierto de sudor frío tomé la pistola entre mis manos. “Diez pasos”, dijo Clint y, dándome las espaldas, comenzó a alejarse. No pude moverme. Mis piernas se negaban a dar un solo paso. Clint estaba ya por su octavo paso cuando a causa del miedo apreté el gatillo. Mi brazo fue proyectado hacia atrás y la bala salió disparada en el aire. Entonces se oyó un ruido fuerte y una enorme rama se desprendió de un árbol, cayendo sobre la cabeza de Clint y partiéndola por la mitad.
Clint cayó al suelo, el cráneo roto, su revólver aun girando alrededor de su dedo índice. Maté a Clint Eastwood y nadie podrá decir que lo hice con una bala en la espalda, como hacen los cobardes.



7 comentarios:

  1. Xavier cablaga con toda sotura entre realidad y ficción sin tropezar ni flaquear. Un gusto leerte y sonreir contigo.

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  2. Una fantasía bien ideada nos puede salvar de la reputación de cobardes. Me gustó mucho
    Cristina Pailos

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  3. Tal vez cobardes son los que mueren ¡a quién se le ocurre! además el otoño hace caer las ramas que saben ser mas certeras que las balas.
    Excelente narración, Carlos Arturo Trinelli

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  4. Breve y muy bueno. El resto del goce me lo guardo para mí...

    Celmiro Koryto

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  5. La mayoría de las cosas que he leído tuyas Xafier han sido muy buenas y entonces hacer click en tu nombre, causa cierta devoción.

    Lily Chavez

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  6. CHE XAFIER, ME ALEGRO QUE TE HAYAS ENFRENTADO AL BIG CLINT. GRAN MANEJO DE LA COLT, XAFIER...


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  7. Desde la seriedad, un humor distinto que parece tratar a la ligera, asuntos de gravedad.
    Maravilloso y sorprendente.
    Felicitaciones al autor.
    MARITA RAGOZZA

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