sábado, 6 de julio de 2013

Amelia Arellano



Cuadratura Del Hambre

Ese hombre, día a día, se deshace en nostalgia
Se desmadra en soledad de lluvia.
Añora. Evoca. La sed es una clepsidra seca.

Cuadratura del hambre

Y los pechos, ah, los pechos.
Trepan en enredaderas por las piernas.
Recorren las caderas.
Se posan en  esquivos pezones...
Duelen hasta el sombrero.

Y mira nubes y ve pechos.
Y las manchas de humedad son pechos.
Y los duraznos y los panes…
No alimentan, no nutren, no lactan.
Y muerde las manzanas y muerde pechos.
Y sorbe, y bebe de los pechos  naranjas.
Subido a la cornisa del deseo.
 Multiplica peces y pechos que no alcanza.
Pecho. Mamá. Mamá. Mama. Co-seno.
El deseo angular intercepta la circunferencia.
Y dibuja, delinea, traza, febrilmente, pechos.
Y piensa en las palomas desoladas.
Y le agarra una urgencia, un apremio, un dolor.
Una orfandad callada de frutos y culebras.
Y  necesita pechos. Esquiva distancia que no vuelve.
Puñal. Navaja  hundida  en el desasosiego.
Y vuelve y destrenza las manos, y descalza los pies.
Vuelve a ser púber. Niño. Infante.
Ah, chupar con los labios y la lengua…
Cúbreme. Arrópame. Nútreme.

Y de nuevo, una vez más, ejerce, el oficio de la espera.
De la espera, el oficio.


5 comentarios:

  1. Amelia : este oficio da hambre y tus letras apenas lo mitigan.
    Esa fuerza que desprenden lo multiplican al cuadrado.

    Un abrazo
    Celmiro

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  2. Un texto increíble, Amelia. No es primera vez que lo leo y, nuevamente, me siento subyugada. Precioso.

    Un gusto siempre el leerte.

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  3. Amelia: tu poema es fuerte y decisivo . Me recuerda, entre tantas cosas, el dicho triste popular "lento como esperanza de pobre". Muy bueno
    Graciela

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  4. ". .. Y le agarra una urgencia, un apremio, un dolor"
    Las letras de la autora se hunden en la carne herida por el puñal de la desolación, del desmadre, en el oficio de una espera inaudita.
    Otra cuadratura sobre la topología del sufrimiento humano, con un juego fascinante de palabras.
    Alta literatura y sensibilidad.
    Felicitaciones, Amelia, y cariños.
    MARITA RAGOZZA

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  5. Un intento logrado por conciliar tradición con vanguardismo, como siempre, un placer su lectura, saludos, Carlos Arturo Trinelli

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