sábado, 1 de diciembre de 2012

Marta Zabaleta Hinrichsen








Juguemos a jugar que todas somos Madres.


Dedicado a la Memoria de mi ex-alumna de la Escuela de Economía de la Universidad deConcepción,  Muriel Dockendorff, desaparecida en Chile en 1974, a los 24 años                                                                                                   

Nací persona. Fui hija única.
Como víbora que se atraganta con su cola, me hice mujer.
Melpómene. Como decía mi padre de mi madre
devine en diosa de todas las tragedias.

‘Eres una mujer hermosa’. Lo siento, Capitán - nos hemos conocido
un poco tarde. Erguido, bigotudo, pintoso, armado, como mi padre.
Soy la Libertad, os lo repito.
Una bandera. Soy senos. Fui marsellesa. 

Y soy quimera. Un hecho y mil palabras. Aturdida, histérica, un ser cambiante.
Hundidos ya los dientes a patadas, soplando al viento los quijares,
bebida ya la sangre coagulada, rodeada de fieras amaestradas, con su orina,
su semen, su ignorancia, sus cigarros... 

La vagina que muerdes, perro-man que penetras 
como un buitre, como la de tu madre. Y la violas
como si fuéramos tu hermana. Asesino. ¿No sabes que tú también
eres parte del pueblo, soldado, camarada?

Un número y violada. Duerme. No llores, no te mates. Mira volar las golondrinas
rojo y blanco, y en el campo, recuerda, serás siempre aquel rumor reverberante,
En el lecho, colina sin bastiones. Tu juventud nos daba la esperanza.
No la llores, madre. Ella es estrella.

Muriel: en el despeñadero mapuche pusiste tu fusil en alto, llamarada.
Alumna, hija, tía, hermana, amiga, novia, esposa, compañera.
Amenazada entregada golpeada sucumbida calumniada, Muriel
fue acribillada. 

Regaron los servicios con tu sangre, te entramparon, desnudaron, enlazaron,
violaron cinco, diez, quince, veinte, cien veces muerta, asesinos
todos hombres, todos blancos, vomitabas
y aun profanada, no delatabas, no llorabas, nada nos cambiaba.

Gritaba el golpeador, el gran dios de los genuinos zánganos,
de los colegas sin sustancia, de los desarropados con miedo,
el dueño feroz de esa luz incesante
con que trataron de desnudarte el alma. 

No la fusiles, no nos golpees, ya basta, mataron tu inocencia, 
deja que alguien escupa a quien te mate; el amante te abraza, 
los padres te suplican, el centinela tiembla, y cuenta:
uno, dos, tres 

y vuelas: eres otra vez una paloma rojinegra vestida de mil soles.
No la embarace, no la roce, no la hiera, mejor mátela, Coronel,
y la embaraza, la roza, la hiere, es una niña,
gime, sangra, se abomina, y la hiena la mata...

Subiremos otra vez las escaleras
adonde el sol calienta y la primavera va desnuda,
porque crecen las sierras y los volcanes rugen,
hablaremos de los partos, juntaremos todas las manos jugando
a que todas somos Madres.
Porque naciste hembra y moriste persona.

Version original en

Marta Zabaleta Hinrichsen ©Londres, 2003                     

6 comentarios:

  1. Marta, esta hermosa y brillante recordación a tu alumna, una desaparecida como tantas nuestras, nos hermana en la necesidad de la reparación, de la manera que, a pesar del tiempo transcurrido, vamos haciéndolo, enviando a la cárcel a los sobrevivientes genocidas. Un abrazo, hermana. MEMORIA VERDAD JUSTICIA.
    Sonia Figueras

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    1. Sonia: si me quedaran lágrimas hoy dia, te mandaria algunas. Pero la fuerza de los recuerdos es tan grande, que las energías solo me dan para seguir luchnndo un poco mas, día tras día..
      Y de sos recuerdos, claro, pocos son tan terribles como asistir, estando prisionera, a la violación de otras mujeres por los bárbaros..
      Por eso, gracias por estar aquí.
      Un saludo muy cálido, Marta

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  2. Marta , que bueno encontrarte aquí comadre!!!
    Esa mirada alegre y pícara demuestra que le has ganado a los desgarros de la vida , tal es el poema que aquí se publica.
    Un abrazo fuerte , fuerte.

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  3. Hola, golondrina puntana! Comadre y colega, amiga y compinche que siempe das agua al/a sediento/a. Sí, la vida siempre te da siemrpe, y vos lo sabes tan bien!!! segundas , terceras, y ... a veces, hasta más oportunidades, y yo trato de no dejar pasar ninguna. Gracias por tu comentario acerca de mi mirada; ese día, en 1993, volvía de Costa Rica y presentaba un libro a pediod el diario local. Estoy en casa,como rezándole a Godot en inglés... ja ja ja. A ver si venis a visitarme,caminante no hay camino, se hace camino al charlar.
    Con todo mi permamente cariño, Amelita, de tu Marta

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  4. " No, no, no , Coronel. . ."
    Escalofriante poema que deshilacha el corazón.
    Qué gran poeta eres, Marta para decir bellamente lo siniestro.
    Felicitaciones y saludos.
    MARITA RAGOZZA

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  5. Pucha, Marita: tu comentaraio me dejó estremecida,o solo en si mimso, por lo cual te quedo agardecida, sino porque me recordó que una vez, en Chile, en 1965, cuando atravesaba una gran crisis personal, alguien quein le mande uan carta me dijo exactamente lo mismo que ahora me decís vos. Esta vez, pues, es como para creérmelo, Marita. Y esa ilusión alimenta el corazón; vos lo sabes muy bien. Abrazos, desdel frio exilio en Londres, con 100% de humedad...tiemblan hasta los huesos... Marta

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