viernes, 5 de agosto de 2011

AMELIA ARELLANO




CODIGOS ROTOS  (Inédito)

“Espantoso  juego del amor, en el cual es preciso
que uno de ambos jugadores pierda el gobierno de si mismo”
 Charles Baudelaire


Dices, amor, que has roto los códigos.
y es verdad, en parte.
Y mueves la balanza en dirección opuesta al sudoeste.
Dices que has roto los códigos y te vas con el viento.
Y se aleja la curva de tu espalda aun desconocida.
Intento ingresar al fondo de tus ojos y no encuentro al niño.
Llegan ciclones y desgajan los impúberes árboles.
Talan gargantas y devoran pájaros.
Y la noche se tensa de presagios mineros.
Y vomita la tierra.
Y traga hijos, combatientes y lunas de hojalata.
Ay amor, si te contara.
Los códigos que aun no rompe la noche.
Y me viene una escondida nostalgia.
Un desgarro en la boca. En la boca, un deseo.
Y no amanece y el gallo canta.
Y la sangre del sol no se derrama.
Y las mujeres en las cavernas  se persignan.
Y algo me dice que no hay ni una vela prendida.
El delirio se esfuma y se esconde el pez azul en el estanque.
Y no hay nadie que sepa barajar esta pequeña historia.
Y en fin, yo te pregunto, me pregunto.
¿Qué son los códigos?
¿Qué juego nefasto y consagrado es el amor?
¿Cuáles son los códigos de una historia?
¿Quien los escribe y los traduce?
¿La historia, es fábula, novela? Leyenda, traición  o tradición.
¿Sabes cuales son los códigos del fuego, de la tierra?

Y el juego, parece que termina.
Y el deseo es otra de las pequeñas muertes,

La Historia, no es La Historia, es una historia.
La Historia es de los dioses, de los generales de bronce.
De los mercaderes de la vida.
¿Y los códigos de los dioses de barro?
¿Y las pequeñas muertes del exilio?
¿Las batallas perdidas, en el pan, en el vaso vacío?
¿Y tu sed y mi hambre?
¿Y los lejanos senderos que aun buscan nuestros pasos?
Y  buscan y añoran y se apenan en el canto de las ranas.

Ay amor, si te contara.
Los códigos se rompen, amor, por soledad.
Por soledad, amor.

 ‘’’’’’’’’’’’’’’’’’





6 comentarios:

  1. Amelia
    En tu estilo unes códigos y claves que talan gargantas y devoran pájaros en un desesperado llamado de soledad de amor y un grito roto de salvación donde estás sin llegar nunca.

    Celmiro

    ResponderEliminar
  2. Siempre he admirado de vos la personalidad de tu poesía, se planta, bien erguida y consigue que se le preste atención. Muy bueno Amelia. Un abrazo

    Lily Chavez

    ResponderEliminar
  3. Ay Ami , los códigos del amor son tan impredicibles...comolo eres tú.
    Un abrazo.
    Ale.

    ResponderEliminar
  4. Las claves del amor son desconcertantes, ilógicas, nos acrecientan e dolor de vivir, originan delirios y preguntas.
    El poema recorre dolorosos interrogantes, y aparece en el juego la fuera de Eros y Tánatos:
    "Y el juego, parece que termina.
    Y el deseo es otra de las pequeñas muertes..."
    Los últimos versos golpean el corazón.
    Sensiblidad y hondura en un lenguaje poético que tiene tu nombre y apellido.
    Felicitaciones Amelia y cariños-

    ResponderEliminar
  5. Es cuestión que las palabras lo mecen al lector por momentos muy ligero y se es preso de unos versos que conmueven, Carlos Arturo Trinelli

    ResponderEliminar
  6. Leyéndolos a fondo,, diría que se reconoce tu pluma por una especie de escudo peculiar, un sello que lleva tu impronta. Gracias por tus aportes.

    ResponderEliminar