martes, 12 de julio de 2011

Sobre Osip Mandelstam


Sobre Osip Mandelstam

En la edición bilingüe de los Cuadernos de Voronezh de Osip Mandelstam, editada por A.G. Mets y publicada por la Novaja Biblioteka de San Petesburgo, 1997, el prólogo escrito por Anna Ajmátova  es un extracto de sus “Páginas de mi diario” editadas en Moscú en 1995.
Los Cuadernos de Voronezh es considerada la obra madura de Mandelstam.  En su prólogo, Anna Ajmátova rinde homenaje a su amigo  -con quien compartió la creación del movimiento literario acmeísta ruso, en rescate de la palabra poética como construcción conciente, razón y música plasmada en imágenes-  y en él, a todos los poetas que cantaron a la libertad en el centro de la más cruel opresión.  

(…) Resulta sorprendente que la libertad plena, la grandeza y el aliento profundo surgieran en la poesía de Mandelstam precisamente en Voronezh, cuando carecía de libertad.
Al regresar de casa de los Mandelstam, escribí el poema Voronezh[1].

         VORONEZH 

Toda la ciudad está helada.
Vidriosos árboles, muros, nieve.
Cruzo con temor entre cristales.
La carrera incierta de los trineos floreados.
Y sobre el Voronezh de Pedro, están los cuervos,
Los álamos y una bóveda verdosa,
Erosionada, turbia, de polvo solar.
Y en la batalla de Kulikovski soplan las laderas
De la tierra poderosa, vencedora.
Y los álamos, como cálices móviles
Resuenan con más fuerza sobre nosotros
Como si mil invitados bebieran
a nuestra salud en el banquete de bodas.
Pero en el cuarto del poeta caído en desgracia
Miedo y Musa se turnan en la guardia.
Y viene la noche
Que no conoce el alba.
                                            1936
                                            Anna Ajmátova


Selección de poemas de Cuadernos de Voronezh de Osip Mandelstam.

La poesía es el arado que desentierra el tiempo, poniendo al descubierto sus estratos más profundo, su tierra negra.
                                                    Osip Mandelstam-


Primer cuaderno:

¡Orejeras, mis orejeras!
Recuerdo las noches de Vorenezh:
La voz no bebida del Ay.
Y los silbatos de la Plaza Roja a medianoche…

Bueno, ¿cómo va el metro?... Calla, no preguntes.
No preguntes cómo germinan los brotes…
Y tú, reloj de las luchas del Kremlin,
Lengua del espacio en un punto oprimido…
                                   Abril 1935

Déjame marchar, déjame volver, Voronezh:
Suéltame o déjame escapar,
Caer o regresar
Voronezh, capricho; Voronezh, cuervo, cuchillo…
                                  Abril 1935

Debo vivir aunque esté dos veces muerto,
Y la ciudad enloquezca por el agua:
¡Qué bueno es! ¡Qué alegre! ¡Qué pómulos tiene!
¡Cómo agrada a la capa de grasa y
La estepa yace en el barrizal de abril,
Y el cielo, el cielo es tu Bounarotti…!
                                 Abril 1935

Todavía estamos llenos de vida,
Todavía se pasea en las ciudades de la Unión
Con vestidos y blusas de telaschinas
Con mariposas y hojas.
(…)

Todavía hay bastantes vencejos y golondrinas,
Todavía el cometa no nos enloqueció,
Y la tinta lila y sensata
Escribe formas de estrellas y de colas.
                                   Mayo de 1935

Segundo cuaderno:

Jilguero mío, inclino la cabeza
Miremos juntos el mundo:
Este día de invierno, punzante como el  salvado,
¿Es tan duro en tu pupila?

La punta de la quilla, las plumas negroamarillas,
Inyectan el color bajo el pico.
¿Sabes hasta cuando serás jilguero,
Hasta cuando trinarás?

¡Qué porte tiene en la testa,
Negro y rojo, amarillo y blanco!
A los dos, con ojo avizor, mira de ambos lados,
Pero ya no mirará más, ¡echó a volar!
                                                      9-27 diciembre de 1936


¿Dónde encontraré refugio en este mes de enero?
La ciudad abierta es una extraña cadena…
¿Acaso estoy borracho de tanta puerta cerrada?
Quiero gritar por todas las cerraduras y cerrojos…

Medias de seda de ululantes pasajes
Y desvanes de calles segadas
Se esconden de prisa en los rincones
Y echan a correr en cada esquina…

En el foso, en la tiniebla verrugosa
Resbalo hasta una bomba de agua escarchada.
Tropiezo, respiro el aire muerto
Y echan a volar frenéticos los grajos.

Y tras ellos, gimo y grito
A una caja de madera helada:
¡Un lector!, Un consejero!, ¡Un médico!
¡En una escala de espinas, hablar al menos!
                              1 de febrero de 1937

Armado con la vista de puntiagudas avispas
Que succionan el eje terrestre, el eje terrestre,
Huelo todo lo que me es dado ver
Y hago memoria en vano…

No dibujo, no canto
Y no llevo el arco  de una voz negra:
Sólo absorbo la vida y me gusta
Envidiar a las avispas, fuerte, astutas.

O, si evitando el sueño y la muerte,
El aguijón del aire y calor del verano,
Pudieran obligarme a sentir
El eje terrestre, eje terrestre…
                               8 de febrero de 1937

Hubo ojos más cortantes que una afilada guadaña
En un reloj de cuco y en una gota de rocío.

Y apenas enseñaron a distinguir en su tamaño
La multitud solitaria de las estrellas.
                                 9 de febrero de 1937

Cuaderno tercero: 

Lo diré llanamente, en un susurro,
Porque aún no es hora de partir:
Con sudor y experiencia
Se alcanza el juego del cielo inconsciente…
Y bajo el fugaz cielo del purgatorio
A menudo olvidamos
Que el dichoso almacén del cielo
Es una casa extensa y duradera.
                            9 de marzo de 1937

Me extravié en el cielo. ¿Qué haré?
El que está a su lado, que responda.
Más fácil os sería novenas de Dante
Hacer girar los discos atléticos,
Jadear, volverlos negros, azul celeste…

Si no soy pasado, si no existo en vano-
Tu que estás por encima de mí,
Si eres el escanciador y el bodeguero,
Dame fuerzas para beber sin espuma inútil
A la salud de la torre giratoria,
De la loca contienda del azur…

Palomas, negrura, nido de estorninos,
Muestras de las sombras más añiles,
Hielo de primavera, primer hielo, hielo supremo,
Nubes –combatientes del encanto-,
Guardad silencio: llevan a una nube presa.
                                             9-19 de marzo de 1937

Cómo me gustaría,
Sin que nadie se entere,
Volar tras el rayo
Adonde yo no existo.

Y tú, irradia el círculo
-no hay otra felicidad-
y aprende de las estrellas
el significado de la luz.

Quiero decirte
Que susurro,
Que con un susurro,
Niña, al rayo te doy
                        27 de marzo de 1937



[1] En la edición de Igitur, fuente de este escrito, al prólogo de Anna Ajmátova se le agrega un poema de su autoría dedicado a Mandelstam, cuando se encontraba preso en la ciudad de Voronezh.
Ediciones Igitur, Tarragona, , 2002. Traducción Jesús García Gabalón.

6 comentarios:

  1. Cuánta sensualidad. Colores, sonidos, sensaciones que se conjugan para lograr estos poemas tan sentidos.
    amelia arellano

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  2. Estoy anonadado... No creo que sean los "gustos" que han cambiado, tal vez la sensibilidad, la concepción de vida, el face..., la trivialidad. Como siempre, el editor al frente.

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  3. Desde la negrura de la opresión y la muerte "la voz no bebida del Ay" tiende una verdad de época y estilo al leer sus cuadernos nos deja con la boca abierta.

    Celmiro Koryto

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  4. "¿Acaso estoy borracho de tanta puerta cerrada?"

    Los versos de este extraordinario poeta ruso parecen responder al editor de Artesanías.
    El poeta desde la soledad y el destierro, clama ante el mundo:

    "Cómo me gustaría,
    Sin que nadie se entere,
    Volar tras el rayo
    Adonde yo no existo."

    Gracias Artesanías por este regalo
    Ofelia

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  5. He leído estos poemas conmovedores donde cada verso nos comparte con el espíritu del autor, testigo y forzoso participante de la tragedia soviética generada por el georgiano destripador de ilusiones y asesino consecuente. Gracias Amelia por acercarnos estos profundos poemas,

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  6. Aguijones son sus letras, roen alma y huesos,gritan por todas las mordazas y desde el hielo del sufrimiento , logran rescatar el tenor lírico de un jilguero.
    Y esos aguijones, a veces se untan con miel para el susurro:

    Quiero decirte
    Que susurro,
    Que con un susurro,
    Niña, al rayo te doy

    Su verbo poético se alimenta de su sangre.

    Gracias, Artesanías por esta publicación.
    MARITA RAGOZZA

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