Giorgos Seferis
NEGACIÓN
En la playa escondida
y blanca como paloma
tuvimos sed un mediodía
pero el agua era salada.
En la arena dorada
escribimos su nombre;
suave sopló la brisa
y la letra se borró.
Con qué coraje, con qué aliento,
con qué deseos y pasión
tomamos nuestra vida: ¡qué error!
y la vida tuvimos que cambiar.
En la playa escondida
y blanca como paloma
tuvimos sed un mediodía
pero el agua era salada.
En la arena dorada
escribimos su nombre;
suave sopló la brisa
y la letra se borró.
Con qué coraje, con qué aliento,
con qué deseos y pasión
tomamos nuestra vida: ¡qué error!
y la vida tuvimos que cambiar.
DESPERTÉ CON ESTA CABEZA DE MÁRMOL
Desperté con esta cabeza de mármol en las manos
que agota mis brazos y no sé dónde apoyarla.
Se sumergía en el sueño mientras yo salía del sueño
Así se unieron nuestras vidas y será muy difícil separarlas.
que agota mis brazos y no sé dónde apoyarla.
Se sumergía en el sueño mientras yo salía del sueño
Así se unieron nuestras vidas y será muy difícil separarlas.
Contemplo los ojos: ni abiertos ni cerrados.
Hablo a la boca que por hablar se afana,
sostengo los pómulos que traspasan la piel.
Otra fuerza no tengo:
mis manos se pierden y se me acercan
mutiladas.
La tragedia de la negación en el primer poema.
ResponderEliminarIm potencia en el segundo. Para pensar , me gustaron.
Tragedia y mito unidos a sentimientos actuales, en experiencias personales, donde hay expresión muy consciente respecto a la pérdida.
ResponderEliminarUn gran descubrimiento para mí este autor.
Felicitaciones a Artesanías por esta publicación.
MARITA RAGOZZA
Me irritan el sectarismo y el amiguismo de algunos comentaristas, que elogian nombre y no la obra...
ResponderEliminarandrés