viernes, 21 de septiembre de 2012

LAURA YASAN




 Poeta argentina nacida en Buenos Aires en 1960, concibe el poema como un acto de valentía y cree que esa fuerza reside en el coraje de atreverse a decir, que la poesía es un arma y que para ser buena debe ser belicosa, debe provocar, remover, maldecir. Piensa que los poemas que sólo reflejan superficies pulidas, ámbitos donde el polvo y la humedad no tienen cabida, son actos cobardes que no denuncian la realidad sino que la disfrazan.
Coordinó talleres de escritura en cárceles, hogares de menores, asilos de ancianos, sindicatos, bibliotecas y en el ámbito privado. En 1988 integró la "III Antología Ilustrada de poesía joven" (Editorial Hombre Nuevo) y en el 2000 la antología poética "Zapatos Rojos 2000" (La Bohemia, 2000). Publicó los libros de poemas "Doble de alma" (Tierra Firme, 1995), "Cambiar las armas" (Botella al mar, 1997), "Loba negra" (La bohemia, 1999 y Educa, Costa Rica, 1999), "Cotillón para desesperados" (La Bohemia, 2001) ,"Tracción a sangre" (La Bohemia, 2004) y "Ripio" (Nuevo Hacer 2007)."Loba negra" recibió el Premio Unico de Poesía EDUCA (Costa Rica, 1998) y el 3º Premio del Fondo Nacional de las Artes (Buenos Aires, 1998). Cotillón para desesperados recibió mención especial del jurado en el IV Premio Internacional de Poesía Ciudad de Medellín (Colombia, 2002).

Apuntes de viaje
llevo un registro que parece al diario de un embalsamador
                   es lo que veo
cuando cruzo la ciénaga del habla
y atravieso ciudades que acaban de quemarse
siempre es del otro lado cuando mis ojos miran
y hay que correr un tren cargado de cadáveres
besarles la memoria
juntarles puñaditos de patria para torcerles el exilio
y remendar agujeros en la oscuridad
siempre es del otro lado donde soy extranjera
y asumo la violencia de un paisaje que nunca se completa
como se hereda una enfermedad
                   es lo que veo
cuando salgo a buscar ramas para la hoguera
y sólo traigo fiebre del pantano
palabras como pescados muertos
y una piedra en los ojos
Octubre
no tengo más que un fósforo para toda la noche y es octubre
un caballo cansado que me pasa la lengua por el pelo
un harapo de miedo
la edad que se articula en su tamaño
y se inserta otra vez por el aro del mundo
siempre en octubre vuelve y no trae palabras para mí
trae un silencio impuro sobre la boca cruda
y el beso que deseo
es apenas cadáver del consuelo
vuelco en octubre
soy tiza en la pizarra de sus ojos
y enhebro en la plegaria dijes de fantasía
muñequitas desnudas cuando llueve en octubre
cuando salgo a golpear por mi ración
y regreso a la cama con un vaso de leche
donde su gota de mercurio
brilla

2 comentarios:

  1. Impactante uso del lenguaje el de esta Poeta, imágenes arrolladoras, fuetes, furiosas diría algunas de ellas que hacen del poema una piedra que impacta el corazón y los sentidos. Me gustaron mucho ambos poemas. felicitaciones a Laura. gracias. marta comelli

    ResponderEliminar
  2. Letras de gran vigor que luego de leerlas abren grietas para que la poesía sea también un cruce de memorias, en un itinerario donde la autora se asume incompleta, impar ¡humana!
    Felicitaciones a Artesanías por esta publicación.
    MARITA RAGOZZA

    ResponderEliminar