Memorizando el paisaje
Insólitas las extrañas jugadas que puede
deparar la imagen móvil de una cosa real, que forma parte de otra infinitesimal
mínima parte, vista desde un agujero en la pared, por el que me he asomado
apenas unos minutos. Vi tan poco de lo tanto que recuerdo y que no puedo poner
en palabras ahora… Aunque el árbol… ¿Cómo es posible que mirándolo no haya
visto su base? ¿Dónde se arraiga? Apenas lo recuerdo desde una parte alta del
tronco.
De ese tronco, se desprenden tres más pequeños,
extendidos en rama gruesa y gris. Forman una mano de solo tres dedos abiertos.
De ella, aireándose entre mezquinos rayos de luz, se elevan ocho ramas más
delgadas, de las cuales parten los montones que se bifurcan ampliándose en débiles
ramaje. Luego, los ramajes se separan en otros más finos, de los que emanan aun
siete u ocho frágiles ramillas más, que se confunden en la tupida fronda.
Lo llamativo del movimiento del árbol, es que
las hojas ya bien doradas, se agitan con mayor facilidad al viento, que las aun
bien verdes. Como si en el secado les fuera la levedad del ser. Y ya a punto de
caer, tiemblan. También sorprende que, al reunirse con las de otros dos árboles
en la vereda de enfrente, estas ramas parecen colgarse de ellos cayendo como
sauce que no es, justo sobre sus troncos altos. Se ven juntos, como si uno
solo. Tal vez, porque me he quitado los anteojos empañados para ver mejor. Y
entonces, los contornos se desdibujan, perdiendo la nitidez de esa claridad que
no necesito para zambullirme en el paisaje.
La mirada asociada a la memoria el detalle mayor que el todo, el percibir, seleccionar es mostrarnos activos ante una imagen móvil. Esto tiene un nombre en Psicología, pero no importa. La autora lo ha intuido y en su expresión ha logrado una bella prosa poética.
ResponderEliminarFelicitaciones, Elsa y saludos.
MARITA RAGOZZA
Lúcido ejemplo de como a partir de los detalles se pueden construir
ResponderEliminarimágenes tan vívidas y recrearlas con tanta armonía, Carlos Arturo Trinelli
..."es que las hojas ya bien doradas, se agitan con mayor facilidad al viento, que las aun bien verdes"..- como nosotros, Elsita, como nosotros...
ResponderEliminarQue lindas imágenes Elsa, una descripción magistral. Me parece que estoy en el lugar,
ResponderEliminarUn abrazo.
Un breve relato poético . La mirada como posada sobre un cuadro. En el primer párrafo del texto parecía estar leyendo a Borges ''Insólitas las extrañas jugadas que puede deparar la imagen móvil de una cosa real, que forma parte de otra infinitesimal mínima parte, vista desde un agujero en la pared, por el que me he asomado apenas unos minutos...'', y su Aleph o el tuyo. Me encanta el relato poético y este porsupuesto porque nos permite ver desde tierra su altura, su frondosidad. un abrazo. marta comelli
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