Ellas se indignan
Antígonas
incesantes
marean
la Plaza
con
el desasosiego de la ausencia.
Recortan
figuras en la memoria de luz
que
tiene el aire.
Ponen
la indignación al alcance de todos,
como
un regalo,
para
que no le sirvamos de felpudos
al
espanto.
Cristina
Villanueva
"Para que no sirvamos de felpudos al espanto" Un grito que los que hacen de cuenta que nada pasó deberían llevar grabado.Qué buen poema!
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