EL
DESVAN...
Acariciando entre sus dedos temblorosos, la tela de ese vestido de novia, la tela suave y fina del brocado, comenzó a deshilvanar recuerdos.
Si esa tarde decidió subir al desván y hacer limpieza, tarea que venia dejando pasar hacia varios años. Recordó, ese día ajetreado, incierto, todo fue como un torbellino de alegría y dudas, y sin pensarlo se encontró frente al altar,,, Después la casa, su casa, sus sueños, aprender a cocinar entre papeles, donde en la mesa de la cocina, las letras garabateaban, su soledad de siempre.
Acariciando entre sus dedos temblorosos, la tela de ese vestido de novia, la tela suave y fina del brocado, comenzó a deshilvanar recuerdos.
Si esa tarde decidió subir al desván y hacer limpieza, tarea que venia dejando pasar hacia varios años. Recordó, ese día ajetreado, incierto, todo fue como un torbellino de alegría y dudas, y sin pensarlo se encontró frente al altar,,, Después la casa, su casa, sus sueños, aprender a cocinar entre papeles, donde en la mesa de la cocina, las letras garabateaban, su soledad de siempre.
Después los hijos, esa dicha grande y la vida que
pasaba, entre biberones, pañales y y un marido ausente, siempre había otra en
las tinieblas, en la suposición o en la certeza.
Guardo el vestido en la caja, y doblo la pagina de su historia, todo estaba demasiado lejano ya.
Guardo el vestido en la caja, y doblo la pagina de su historia, todo estaba demasiado lejano ya.
No sabia porque guardaba esos zapatos de taco, o
si lo sabia, le costaba tirar con ellos esa tarde, los pasos apresurados como
volando hacia esa esquina y el esperando con un ramo de rosas… Como
un violín de lata, el roce de su vestido entre sus manos temblando y el
café enfriándose entre unos ojos tristes y grises y las palabras que no hacían
falta, porque estaba todo dicho.
Una tarde de amor, y la despedida, las lagrimas que se
fueron volando como esas palomas, que comían la miguitas y el
tiempo que pasa y se las lleva con las manos revoloteando en la
soledad.
El tiempo pasa… y las fotos,
acumuladas en esa caja, los hijos, los nietos, la vida pasa y se lleva como esa
lluvia en la acera, el polvo de los recuerdos.
Carmen Passano
La nostalgia de la protagonista como única herramienta para retener un tiempo añorado entre el hábil manejo de la sugerencia de la autora nos deja con ganas de saber más, Carlos Arturo Trinelli
ResponderEliminarMuy lindo texto. Hermosa historia de mujer, que despierta mi curiosidad...
ResponderEliminarRoberto
La sugerencia como arma de la literatura, la siento como un atractivo mas a mis letras y me gusta, gracias por tu comentario Roberto Carmen
EliminarRemembranzas guardadas en el arcón de la memoria . Me gustó mucho.-
ResponderEliminaramelia
Gracias Amelia, la nostalgia siempre es la inspiracion un abrazo Carmen
EliminarTodos los sueños, esperanzas, expectativas...¿se realizaron o no? ¿Valieron la pena? Todos los interrogantes y los recuerdos expresados en estas pocas y certeras lineas.
ResponderEliminarA veces lo que nos pasa en la vida nos deja recuerdos como una primavera en el jardin de la memoria, todo vale la pena porque es lo que nos forma, aunque no sea una sucesion de placeres. Gracias Ester por pasar por mis letras Carmen
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