EXORCISMO
DE LA HOJA
Amelia
Arellano
Premio
“Antonio Esteban Agüero” (2011)
POESÍAS
EDITORIAL SADE SAN LUIS
prólogo
palabras que vienen de lejos
Han cortado mil veces las ramas de un hachazo y otras mil
veces su ombligo ha florecido en vuelos.
Ha sido bruja primigenia, urna con secretas
pócimas.
Selva oscura y lujuriosa. Rama que acaricia el agua y florece en lluvia.
Paloma y mujer. Espléndida en su desnudez de rosa.
Porque es otoño ya y las hojas caen en persistente
llovizna. Y a las ramas les duele la ausencia, y llora el tronco, la raíz, el
hombre.
Porque el amor duele, como duelen los grandes goterones
de tristeza que quedan suspendidos en el rostro ajado de la Pachamama.
Porque en los acantilados del deseo los claveles blancos
y celestes, quedan mustios en la arena seca. Y no hay agua en el cielo, ni en
la tierra.
Porque el mayor temor es el miedo, un miedo viscoso que
se adhiere a la piel y a los huesos. Un miedo solo comparable a la muerte… o la
vida y por el cual han sido cometidos los mas horrendos hechos de la Historia.
Porque aun temiendo enfrentamos al miedo. Porque somos
mujeres y rama. Vuelo de lluvia y paloma al mismo tiempo.
Porque de lejos nos viene el legado de las doncellas
aborígenes y aun, como ellas, danzamos, golpeamos, suavemente la cara del agua
para que el maleficio de la sequía no la atormente.
Porque nuestra profesión mas antigua no es el de
prostituta, sino de paridoras de vida y de memoria. Por todo esto, entre palomas, ramas y
exorcismos surgen estos pobres poemas. Son tuyos, cuídalos.
Amelia Arellano
EXORCISMO (I)
mi
rama virgen
“…Llévame,
solitaria,
llévame entre los sueños,
llévame, madre mía,
despiértame del todo,
hazme soñar tu sueño,
unta mis ojos con tu aceite,
para que al conocerte, me conozca…”
Octavio Paz
MI RAMA VIRGEN (I)
“No
temas, pues son muchos los mortales que en sueños han yacido con sus madres, y
el que no hace caso de estas cosas es quien más fácilmente soporta la
vida”
Yocasta a Edipo (Edipo Rey, Sófocles)
Ella, no reconoce otra ley que la propia.
Ha sido madre de su madre.
Ha sido destronada amante de su de su padre.
Hija rebelde del
padre de sus hijos.
Hermana de sus hijos.
El temor y la subversión vienen desde antes de la yema.
Ha visto solo la sombra del árbol patriarcal.
Su corazón es un nido de escorpiones.
El veneno duele, hasta morir, pero aun quedan tres días.
Hay que invocar al agua y recuperar la Ley.
“Serán tres días en los
que la tierra quedara sumida en oscuridad total.
Tres días en los que solo se oirán llantos, suspiros y
quejidos.
En medio de esta noche que parecerá eterna,
Lo único que alumbrará será la luz” proveniente de la
rama sagrada
Comienza el arrebol de la “penumbra de la paloma”
Tres días, tres años, tres siglos, que mas da.
Ser brote de la rama bifurcada. Rama de sus brotes.
Rama, Raíz y flor y milagro de agua.
Cuesta ¡Oh Dios de la niña! Cuánto cuesta.
Reparar el árbol y sus
amadas sombras.
Ha comenzado la rosada “penumbra del cuervo”
Los alacranes, uno a uno, vuelven a sus nidos.
Ella, solamente, es una rama virgen.
El camino luminoso comienza, es arduo y quema.
Arduo, solo arduo y quemante, pero no imposible
MI RAMA VIRGEN (II)
Mía soy señor. Mía. De piel desposeída.
Levante las sábanas que cubren mi cuerpo.
Desnúdeme de escamas.
Como a un lagarto, una víbora.
Ingrese al laberinto de mi cuerpo.
Cruce mis siete mares.
Levante mis uñas y escudriñe.
Despójeme de rostros que no me pertenecen.
Déme nombre, de su pupila, la más pura.
Mírese en la claridad de mis oscuros pozos.
Libéreme de ritos y conjuros.
Descifre el anagrama de viejas cicatrices.
Encuéntreme en los
senos caídos de su madre.
Busque en mi boca el testamento extranjero de su padre.
Abra mis oquedades como si fuera la casa de su infancia.
Sigilosamente, en puntillas, bese mi casta frente.
Llore sobre sus pobres huesos, y los míos.
Tenga piedad de sus antiguas bestias.
De las mías .De todos los que amó u odió.
Vístase con su
piel de simio, casi humano.
Mi señor, mía soy, de ley escrita.
Si puede entender:
Que en cada recoveco tengo un hueco.
Que no he sido, ni seré bautizada.
Si encuentra el prisma llamado corazón
Si entra en el laberinto del espejo.
Si puede acercarse con su agüita,
Consagrar mi rama
virgen.
Y renacerme. Reverdecerme. Purificarme.
Recién entonces, mi señor, poséame.
: : :
Ombligos y recovecos, ramas y escorpiones... en la bellísima poética de Amelia. Para degustar verso a verso. Felicitaciones mil.
ResponderEliminarHablas, con bellísima prosa, de la naturaleza caída y reverdecida. Cuando leo "Mi rama virgen I" me parece leer una metáfora del inconscinte personal.Con su alusión al incesto, con sus oscuridades penumbras, quejidos. Pero mejor lo dices tú. Felicitaciones. Me encantó.
ResponderEliminarGraciela Ur.
Amelia, nuestra querida poeta, reúne en maravillo haz de imágenes todo lo que sabemos del ser humano y del amor. La poesía permite el juego del deseo y la memoria, conjugados en la imaginación.
ResponderEliminarEl misterio del amor y su fuerza indetenible están expuestos en el canto multiplicado en sensaciones y en la exposición del rotundo misterio femenino. Yocasta existía desde siempre, y sigue allí como impulso contenido por la convención y el miedo. El origen es común.
El amor y el arte son la misma imposibilidad, pero insistimos en realizarlos para prolongar la agonía griega: la lucha por existir.
Bello tu poema en magnífica prosa.
Besos.
Alejo
Agrego, con el soplo del viento, mis sencillas palabras a las que con gran elocuencia ya se han vertido.
ResponderEliminarY te envío mis FELICITACIONES, querida Amelia!
Que disfrutes tus nuevos horizontes convertido en este libro.
Abrazos fuertes
Marta
Desde el legado de todas las mujeres que nos preceden, sus huellas fundantes, en su misión de guardianas de la vida y la memoria, en multiplicación de renuevos de sangre, la poeta expresa con fuerza y emoción la búsqueda de todas para ser nosotras mismas, donde lo simbólico se abre en metáforas vegetales.
ResponderEliminarMaravilloso, Amelia. Que encuentres solución al problema de tu Internet.Cariños.
MARITA RAGOZZA
Una prosa poética metafórica y misteriosa que coloca el ser expuesto a sus contradicciones sus luchas y derroteros en un intento de exorcismo para atesorar, saludos, Carlos Arturo Trinelli
ResponderEliminarLas secuencias poéticas de Amelia parecen los afluentes de un río inagotable, del río que, según Heráclito, pasa y nunca son las mismas aguas. Una muestra de tu inagotable creatividad y talento.
ResponderEliminarAndrés
Una fluidez poética inagotable, como las aguas de un río cuyas aguas al pasar nunca son las mismas al decir de Heráclito. Brillante.
ResponderEliminarAndrés
GRACIAS AMIGOS : A Uds Andrés , Nurit.
ResponderEliminarA vos Marta que me "prestaste la foto de tu hija fotógrafa" y que está bellísima.
A todos los que aquí figuran que tengo especial admiración y respeto.
LES PIDO POR ESTE MEDIO QUE AGENDEN:
amelia.arellano001@yahoo.com.ar
Un abrazo.
amelia
Amigos , GRACIAS! Valoro mucho sus comentarios.
ResponderEliminarLes pido por este medio que AGENDEN mi nuevo correo.
amelia.arellano01@yahoo.com.ar
Un abrazo.
amelia
VALE EL ÚLTIMO ............PERDÓN
ResponderEliminar