FOGATAS DE OCTUBRE- - Inédito- Especial para Artesanías Literarias
“(…) Esta vez no habló, movió los labios y solamente cuando le recordé aquella costumbre de las fogatas en los rastrojos, levantó la cabeza.
CESARE PAVESE
Y era octubre.
No se quien fue la yesca y quien el pajonal.
A lo lejos, una voz de fuego, nos reconoce
Nos reconoce y pronuncia nuestros nombres.
En silencio pronuncia nuestros nombres bautismales.
No, no era la primera fogata.
Pero sin embargo, fue la única.
Única raíz, bengalas en el cielo.
Encendieron las noches y los dedos.
Y fuimos bocas, manos y señales.
Incendiamos ayeres y calendarios nuevos.
Y bebías el fuego de mi frente.
Y yo, toda yo, era fuente y origen.
Apenas cabías en mis manos.
Pero en sacrosanto perfil te dibujaba.
Y te hacía un lugar en mi lecho.
Castamente, como un niño de otoño.
Encendías luciérnagas en desgarradas noches.
Y éramos una oración, un mantra.
Una gloriosa soledad compartida.
Y era octubre.
Y soplamos en azul adversos vientos.
Médanos, goteras en el techo.
Ahora las manos están frías.
Y me pregunto si acaso ronda el miedo.
Y el olvido, y la muerte y la vida.
Escucha, son las fogatas y es octubre.
Y hay un memorial que riega nuestra sangre.
Y en mis pechos, vírgenes de ti.
Aun cabe un llanto, tan antiguo como el viento.
SALVACIÖN
Es tan extraño, amor, es tan extraño.
Tan peregrino. Sutil y doloroso.
Es tan extraño este pensar, dormida.
Este soñar, despierta.
Es la hora de la flor y el insecto.
Y me salen violetas de los ojos.
Y pasan en tropel, los álamos descalzos
Y un toro negro y una yegua blanca.
Y se buscan a ciegas y se encuentran.
Y beben.
Y se beben y tragan el néctar de sus belfos.
Y no es la gloria de la carne.
Ni el corazón del muro.
Ni el semental. Ni el útero.
Es algo tan imperioso, tan urgente.
Es tan extraño, este salvarse de la muerte
AMELIA:
ResponderEliminarME QUEDO POSTRADA EN TU POEMA, "FOGATAS DE OCTUBRE", ME LO LLEVO A LOS PÁRPADOS DE MI ALMA...ME ARRODILLO Y ME BEBO TUS VERSOS.
ME DEJAS TREMENDAMENTE CONSTERNADA Y HÚMEDA DE RECUERDOS.
Ahora las manos están frías.
Y me pregunto si acaso ronda el miedo.
Y el olvido, y la muerte y la vida.
Escucha, son las fogatas y es octubre.
Y hay un memorial que riega nuestra sangre.
Y en mis pechos, vírgenes de ti.
Aun cabe un llanto, tan antiguo como el viento.
PERFECTO EN SU CONTENIDO Y EN SU FORMA...COMO SE DICE, "DONDE LA ÉTICA Y LA ESTÉTICA SON GEMELAS" UN TODO PROFUNDO, ESTREMECEDOR Y QUE PROVOCA GRANDES RUIDOS.
FELICITACIONES, HERMANA POETA.
LLOROSA Y FELIZ, ME RETIRO POR ESTA NOCHE... YA VOLVERÉ PARA CONTINUAR CRECIENDO DESDE USTEDES.
ABRAZOS AMARANTOS.
Voy saltando como un conejo , de la narrativa salto al poema y me ecuentro con este comentario de una hermana , de una hija del chile de mis amores .
ResponderEliminarGracias por tu aporte Julia María . Un abrazo .
amelia arellano
En la hermosura de las llamas de las fogatas de octubre se consume la salvación con el ímpetu que rebasa el sentido y hace de la estética poética su baluarte...
ResponderEliminarCelmiro Koryto
Hago mías las palabras de Julia. Hace mucho tiempo que no me conmueve tanto un poema, y no uno sino dos, también Salvación me pareció extraordinario, sin una sílaba demás, bello y exacto.
ResponderEliminarAMELIA, sos una poeta con una creatividad increíble. Profunda, sensible, sin concesiones a lo trillado. Mi agradecimiento por tu poema (¡y qué poema!) inédito para Artesanías. abrazos, andrés
ResponderEliminarDesde el fuego y la cálida y mítica fogata, la autora desenvuelve los hilos de Eros y Tánatos, en un amor que produce es extrañamiento porque nos salva de la muerte.
ResponderEliminarPoemsa esplendorosos que caldean la " soledad compartida", en la cual todo puede ser construído en el mundo arelliano.
Felicitaciones, Amelia.
MARITA RAGOZZA
El amor se enciende y el amor salva, dos bellos poemas cadenciosos, sutiles, un ramillete de versos para atesorar, saludos, Carlos Arturo Trinelli
ResponderEliminarestro-geno y genio!
ResponderEliminarno fue única fogata, son dos!
perfecta conjunción, unción!
intensa celebración del instante, tu ser Amelia, se sublimó en sus componentes esenciales, se elevó en un soplo azul, plasmada presencia creativa que conmueve nuestra agradecida sensualidad
Julio Taborda Vocos
Amelia, poeta que dimensiona las imágenes y los asombros, confieso que he robado tu ´Salvación´ para El Escribidor, imposible sustraerme (tengo tanto que hacerme perdonar por el Capitán, que esto sólo es una anécdota). Un beso y mi aplauso. Lina
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