TANIA ALEGRIA

tania alegría

TANIA ALEGRIA, Brasil/Portugal. Licenciada en Derecho y en Ciencias  Sociales. Pos grado en Ciencias Sociales y Políticas. Obras publicadas: InVerso (RiE-Redactors i Editors, SL, Valencia, España,2008); Histórias do Mundo Virtual (Editora Movimento, Porto Alegre-RS, Brasil, 2009); Memorial de Exorcismos (sello Colección Biblioteca Digital Siglo XXI, Madrid, España, 2010); En la ebriedad del bosque, en autoría conjunta (Ediciones y Arte, S.L., Asunción, Paraguay, 2010); Poemas sem flor nem fruto (Ed. Corpos, Oporto, Portugal, 2011). Participación en antologías: Tarta de Manzana, Relatos (Bohodón Ediciones, Madrid, España 2009); Atmósferas, Relatos (Ediciones Sonatas Digital, Madrid, España 2009); Antología Poesía Universal, Digital (Ed. Fernando Sabido Sánchez, 2010); Antología Gaceta Literaria Virtual Digital (Ed. Norma Segades Manias, 2011). Páginas web: Navegando Espejos (http://navegandoespejos.blogspot.com), Historias del Mundo Virtual (http://historiasdelmundovirtual.blogspot.com).



EN PRIMERA PERSONA DEL SINGULAR


Nunca quise ser pájaro.
No sé por qué insisto en mantener las alas.
Por decirlo sin sombra de retórica,
me acomodo de bruces en algo que amenaza
ser una reflexión de orden sensorial:
Acabo de instalar en el teléfono
un poema sinfónico de Liszt,  
donde se infiere un ego dimitido 
de mi generación Kerouak-Ginsberg.
Hay otros síntomas:
Me pienso samurái en un bosque de espejos.
Navego el tragaluz en un barco sin quillas.
Sólo me falta para ser otra persona
que me compre una casa en la Toscana.
Nada de eso estaba en lo previsto
cuando dejé mis márgenes
llevándome un olvido de la mano,
paraguas –por si llueve–
y mis pañuelos de decir adiós.
Llegué despaginada al otro lado
de mis cincuenta y siete travesías.
Mejor asumo que desvié la brújula
y me dejé caer en el sistema.
Deberían vender en algún sitio 
un manual de existencia que enseñe una mujer  
a no desescribir su propia historia.



FUE ASÍ


Fue así: una especie de desorden
en el flujo del tiempo.
Insólito y absurdo.
Un águila con vértigo de alturas.
Un pez con miedo mórbido del agua.
El personaje cuyo nombre huérfano
no se encuadra en la propia biografía.
Y sin embargo 
hubo algo de bello y sorpresivo
como una iglesia gótica en la playa,
la nieve en la planicie de Castilla,
el vuelo de los cisnes sobre un lago.
O entonces Times Square cuando anochece.
A veces fue pletórico
como un viñedo en tiempo de vendimia,
y el olor de la tierra cuando llueve.
O más bien el Concierto de Aranjuez
en jazz, por Miles Davis.

Fue así. Y de pronto no era nada. 
Fue como si jamás hubiera sido.