PÉREZ REVERTE |
Por Jorge Majfud |*| de La república de Uruguay
Hasta no hace muchos años el lema de la RAE era "limpia, fija y da esplendor". Se hacía implícito que el pueblo la masa incapaz de cultura, al decir de Ortega y Gasset ensuciaba y corrompía su propia obra. Si se hubiese aplicado ese famoso lema como regla, como la regla natural de economía, hoy hablaríamos la lengua de Baltasar Gracián, quien gustaba inventar aforismos como "lo breve si bueno, dos veces bueno", regla de oro que jamás aplicó a su propia obra. O hablaríamos usando hiperbatones para maldecir a esos seres malignos e inferiores que Dios creó de una costilla del hombre. Es más, si se hubiese aplicado esa regla un poco antes, deberíamos estar hablando latín, ya que el castellano fue una "corrupción" de ese idioma.
Pérez Reverte se burla de las variaciones ideológicas y dilapidatorias del idioma: "llevaré a los niños y niñas al colegio o llevaré a nuestra descendencia al colegio en vez de llevaré a los putos niños al colegio." Claro que tal vez es preferible gastar una palabra más antes que llamar puto (calificación denigratoria, según la RAE ) a un niño, para no herir la economía del idioma.
"Pero todo eso observa Pérez , que es razonable y figura en la respuesta de la Real Academia , no coincide con los deseos e intenciones de la directora del Instituto Andaluz de la Mujer , doña Soledad Ruiz. Al conocer el informe, la señora Ruiz se quejó amarga y públicamente. Lo que hace la RAE , dijo, es "invisibilizar a las mujeres, en un lenguaje tan rico como el español, que tiene masculino y femenino". [...] Aparte de subrayar la simpleza del argumento, y también la osada creación, por cuenta y riesgo de la señora Ruiz, del verbo "invisibilizar", la estupidez aliada con la ignorancia tienen huevos para todo, y valga la metáfora machista.
Hemos visto reiteradamente que por alguna particularidad los conservadores, los fariseos del poder que serían felices en el siglo XII argumentando, a capa y espada, siempre echan mano a su último recurso: la calificación de las facultades mentales del adversario dialéctico. Entre estas calificaciones la de estúpido, idiota, ignorante, son sus preferidos. Manía dialéctica que algún día habrá que psicoanalizar un poco.
Aparte, supongo que "tener huevos para todo" en su lenguaje económico significa "tener valor para todo". Pero si aplicamos la regla básica de la economía, podemos observar que la palabra "valor" tiene una letra menos que "huevos", por lo cual el derroche lingüístico puede deberse otra vez a otra razón. No vamos a sospechar que esa razón es ideológica o sexista, porque el novelista español es partidario de un lenguaje puro, "limpio, pulido y esplendoroso". Además la palabra huevo, según la RAE es un "cuerpo redondeado, de tamaño y dureza variables, que producen las hembras de las aves" u "óvulo". Por lo cual cuando un hombre tiene huevos puede entenderse, literalmente, como afeminado o, metafóricamente, como gallina. Descartamos la acepción testículo, porque la RAE dice que pertenece al vulgar.
"Alguien debería decirles a ciertas feministas contumaces, incluso a las que hay en el gobierno de la nación o en la Junta de Andalucía, que están mal acostumbradas." Con todo, esta mala costumbre, al menos, no es milenaria, como la mala costumbre del machismo.
Entiendo que el feminismo es el resultado del desarrollo de la historia que comienza o se radicaliza, paradójicamente, con el nacimiento del humanismo. Las reivindicaciones feministas no nacen con la declaración de los Derechos del Hombre, pero se potencian con éstas. No podemos despreciar toda la historia como si les reprochásemos a los antiguos patriarcas no haber tenido conciencia de género. Sólo deberíamos reprochar a los neomachistas de hoy de no reconocer un mínimo de experiencia histórica, razonando como un caballero del siglo X, sobre la montura de sus arbitrarios privilegios de género que tanto emociona a los amantes de historias de capa y espada que ellos mismos son incapaces de soportar en carne propia. Pérez Reverte acusa a las feministas (una vez más está economizando palabras y conceptos, al no distinguir todas las variaciones de esta corriente de pensamiento y reivindicaciones) de insistir con "esa idiotez de violencia de género". Es decir, si no se habla de la muerte, la muerte no existe.
"La lengua española concluye Pérez , desde Homero, Séneca o Ben Cuzmán hasta Cela y Delibes, pasando por Berceo, Cervantes, Quevedo o Valle Inclán, no es algo que se improvise o se cambie en cuatro años, sino un largo proceso cultural cuajado durante siglos, donde ningún imbécil analfabeto o analfabeta tiene nada que decir al hilo de intereses políticos coyunturales". Uno descubre recién que Homero hablaba alguna variación del español. Incluso Séneca jamás hubiese comprendido un solo libro de Pérez Reverte, al menos que hubiese tomado clases de castellano avanzado. Pérez Reverte olvida que el castellano no lo inventó Alfonso el Sabio sino que surgió gracias a esos "imbéciles analfabetos" que no sabían hablar correctamente el latín ni tenían la chance de leer a (un romano de Hispania llamado) Séneca para limpiar, pulir y dar esplendor a sus lenguas de campesinos y pescadores.
También olvida que la lucha por la justicia, contra todas las formas de opresión, es aún más antigua que cualquier idioma y no simplemente un "interés político coyuntural".
Según Pérez, la RAE "es una institución independiente, nobilísima y respetada en todo el mundo". Pero ¿independiente de qué? ¿Qué dioses son sus miembros? La RAE "gestiona y mantiene viva, eficaz y común una lengua extraordinaria, culta, hablada por cuatrocientos millones de personas". Ahora nos enteramos que los cuatrocientos millones de habitantes de América y de la península tenemos un idioma y podemos comunicarnos gracias a una academia que está en Madrid. Si no, hablaríamos una lengua muerta y nos incomunicaríamos todos los días.
Con un estilo que recuerda a Oriana Fallaci, Pérez Reverte concluye: "Así que por una vez, sin que sirva de precedente, permitan que este artículo lo firme hoy Arturo Pérez-Reverte. De la Real Academia Española."
Bueno, ahora está más claro. Hubiese empezado por ahí, hombre. Roma locuta, causa finita. De forma que podemos quedarnos tranquilos: el idioma está a salvo. Mulieres in ecclesiis taceant non enim permittitur eis loqui... Mujeres, callad en la iglesia y afuera también.
|*| Jacksonville University.
Interesante planteo , mas yo agregaría,mujeres no callemos en la Iglesia , ni afuera tampoco.
ResponderEliminarMe gusta el sentido del humor con que toca ciertos temas...humor...o ironía.
amelia
Una buena respuesta para abrir un debate, Pérez Reverte cruza la frontera del humor irónico para convertir su argumento en sarcástico o será quizá la soberbia del académico. De todas maneras que hablen las mujeres, menos a mí, Carlos Arturo Trinelli
ResponderEliminarSalvo lo mordaz
ResponderEliminarel idioma esta a salvo
salvo el hombre
salvo la mujer
salvo los mismos
que dictan o corrompen
sintiéndose dioses.
!Ah! Las mujeres que dicen cosas interesantes son bien escuchadas.
Celmiro Koryto
Siempre me pareció que regodearse con la Academia esconde , con trampitas y recursos hasta de buen gusto,a veces, la desgracia de haber nacido sin sentido común.
ResponderEliminarEn fin, lo que natura no da, la Academia no presta.
Cristina
Nunca entendi muy bien eso de que el idioma tiene algún otro dueño más allá de la palabra misma. No soy hombre ni mujer ni mitad de camino, apenas una voz que, a veces, pretende ser leída. Ah, y no me voy a callar sin decir que comparto la voz del ensayo. ElsaJaná.
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