domingo, 10 de abril de 2011

CRISTINA VILLANUEVA - La seda de Vietnam



 

La seda arropa un sillón, evita la pura desnudez del uso. Es el arte que viste el pragmatismo. El deseo  y la necesidad en una unión indisoluble. Me la regaló una amiga viajera que vive en Barcelona y llegó hasta  mi casa en las manos de otra amiga.

Vietnam que fue durante tanto tiempo para mi sólo  guerra y NAPALM,  ese fuego en la piel con el que el imperio quiere grabar en el cuerpo del otro  la democracia o un sólo modo de vida posible, el de ellos.

Vietnam que fue la foto de una niña corriendo quemada.

  Vietnam que fue el nombre  de una rabia y un amor

Vietnam que fue ese ardiente deseo de justicia de mi  adolescencia.


Ahora inesperadamente es una tela con flores delicadas que casi vuelan en la tela sus arabescos de belleza-


La tela es reversible y desde el otro lado de la trama, de la historia, las mismas flores en colores más suaves.

Desde lo oculto surgen los matices. Ese rojo oscuro, se vuelve  un rosa poderoso, un gris acariciante.


Tiempo que pasó desde aquella fiesta celebrando cerca del mar azul la paz y una victoria arrasada de muertes.

 Tiempo que trae en la femenina envoltura de la tela  la vida  que pulsa. La amistad que  desoye las distancias  y se hace presencia en mi casa  cobijo
En cada objeto tantas historias Tela  que  consuela las heridas de haber visto a la niña vietnamita corriendo desnuda  encendida de horror.
Esta seda  me viste el alma 

. Cristina Villanueva


5 comentarios:

  1. Un fluir de ideas ante la seda que no llega a tapar los horrores de Vietnam. La voz de Cris se viste de amor por el escabroso territorio de la guerra.Gracias por la memoria, también.
    Saludos.
    MARITA RAGOZZA

    ResponderEliminar
  2. La sensibilidad y la pluma de Cris abarcan los temas candentes del mundo, aun los más escabrosos de la historia, y los transforma en una tela colorida dentro de lo que fue horror en la lucha por la independencia del pueblo vietnamita. La tela que le regaló una amiga motivó este texto de Cristina. Gracias, Cris.
    andrés

    ResponderEliminar
  3. Tiene textura tu texto, Cristina. Tiene la suavidad de la seda que no logra , a veces, como lo marcas muy bien, tapar el horror.
    Gracias.
    amelia

    ResponderEliminar
  4. Podés extraer colores y texturas, aromas y perfumes para hacer de tu casa un cobijo de recuerdo y amistad además de no olvidar que del mismo lugar que llegó la seda, te llegó aquella crispación lacerante del horror.
    Felicitaciones
    Cristina

    ResponderEliminar
  5. De tantos recuerdos que duelen pudiste lograr textura de seda en tu voz, Cristina, es admirable tu texto. Un abrazo
    Betty badaui

    ResponderEliminar