PABLO ANADÓN
Pablo Anadón |
Nació en Villa Dolores (Córdoba), en 1963. Ha publicado en poesía. “Poemas” Primer Premio José Cibils, 1979; "Estaciones del árbol" ( 1990); "Cuaderno florentino y otros poemas italianos" (Uiversitá degli Studi della Calabria, Aracávata de Rende, 1994); "Lo que trae y lleva el mar / Poesía 1978-1993" (Rubbettino Editore, Soveria Mannelli, 1994); "La mesa de café y otros poemas " ( Logroño, 2003) y "El trabajo de las horas" , "Poesía 1994-2004". (Ediciones del Copista Col Fénix, Córdoba, 2006). Es autor de numerosas antologías críticas, la última “Señales de la nueva poesía argentina” 2004 . Ha realizado traducciones de Dante Alighieri, Dino Campana, Vittorio Sereni, Alfonso Gatto, Ungaretti, Guido Gozzano, Stevens, entre otros y ha publicado ensayos sobre diferentes autores y problemas de la lírica moderna y contemporánea. Vivió entre 1987 y 1994 en Italia, donde fue becario en la Universidad de Florencia y docente el la Universidad de Cosenza. Doctor en Letras por la Universidad Nacional de Córdoba, trabaja actualmente en la docencia secundaria y universitaria. Ha fundado y dirige desde 1997 la revista y la colección de libros de poesía y crítica Fénix, y colabora regularmente en el suplemento literario de La Gaceta (Tucumán) y Smerillianna (Italia) y Clarín (España). Actualmente vive en Alta Gracia, Provincia de Córdoba.
La luz de la cocina en la mañana
cuando la casa aún está a oscuras
y todos duermen, y en los vidrios
el día es un presentimiento
parecido a la espera o la añoranza.
La luz de la cocina cuando el sol aparece
anaranjado entre las ramas negras
y las flores celestes del jacarandá
y el hombre hace el café, hojea un libro,
se asoma al patio y piensa
que es posible que llueva,
que ya casi es la hora
de despertar a su mujer, que hay ropa
tendida en la soga, que el silencio
con olor a humedad le recuerda su infancia,
que la vejez se acerca
y el poema se aleja
y aún no sabe vivir.
EL FUMADOR
1.
Fumo mi pipa y leo a Nalé
Roxlo; ¡qué ganas dan
de desaparecer
como el humo o la música
sin por qué, porque sí!
2.
Ya ves, como en la pipa
cuando el trípode aprieta la ceniza
del tabaco quemado, arde más roja
la brasa, sube densa por el aire
la bocanada azul del humo
Pablo Anadón
(Del libro El trabajo de las horas)
Como lector no sabría con qué poema quedarme de Pablo Anadón. Un cordobés de bajo perfil que trabaja mucho en la difusión de otros poetas. No hay palabras para definir la paz y la claridad de lo simple que Pablo hace en este libro El trabajo de los horas.
ResponderEliminarFelicitaciones
Luis María Castro
Salsacate
Una mirada distinta de las cosas de todos los días. El autor renueva existencial y poéticamente lo que nos rodea, con una captación maravillosa de los instantes: la luz de la mañana, fumar y leer.
ResponderEliminarExcelente.
MARITA RAGOZZA
Ese primer poema, cada cosa la imaginaba. Una belleza y también el segundo, con otro tono, nos hacen placentero el momento de fumar. Excelente!
ResponderEliminarIrene
Pablo, un placer leerte, no exagera Lily Chavez cuando habla de tu palabra y esas sensaciones que transmite.
ResponderEliminarEl primer poema lo leí con nostalgia y a la vez alegría por los detalles cotidianos tan valiosos que pasan sin que reparemos en ellos.
El segundo poema me dibujó la figura de mi abuelo y su pipa, casi pude tocarlo con el pensamiento.
Te invito a que me mandes algunos poemas y tu foto para publicarte en mi sitio.
Va mi abrazo y mis deseos de felicidad en ls próximas festividades
Betty
Es grande la obra de Anadón y lamentable que solo podamos acceder al Trabajo de las horas, que su material se editara casi todo en Italia. Admiro a este autor y no hay forma de no decirselo. Lo que uno siente con su poesía lo hace una obligación
ResponderEliminarEnrique Rodriguez Roca
Córdoba
Me alegra saber de ti, Pablo, no sólo porque somos coterráneos, sino también porque compartimos extranjeridad literaria. Un fuerte abrazo
ResponderEliminarTengo gran admiración por muchos poetas cordobeses, muchos, de larga trayectoria y jóvenes poetas que tienen "el don de la poesía" , la curiosidad posiblemente sea que dos de esos poetas admirados pertenezcan a la misma familia, ALEJANDRO NICOTRA y PABLO ANODON, su hijo. Y algo que recien resaltaba en el comentario dejado a Isaac Azofeifa, de ellos se puede rescatar la humildad y eso me gusta.
ResponderEliminarLily Chavez
Leí atentamente a Pablo.Identificada con las imágenes que entrega en sus poemas, también escuché el programa de Lily, y me emocionó el poema Rio de los Suaces o Los Sauces dedicado a su hermano, soy de una zona aledaña a Córdoba y he visto mis lugares en sus palabras.Pablo, éspero puedas leer y sentir mis felicitaciones en abrazo.
ResponderEliminarAndrea Casas
Pablo tengo algunas revistas Fénix y ese trabajo tuyo solo se logra con mucho esfuerzo, hay que tener perseverancia, el trabajo editorial no es fácil pero me parece que a veces relegás tu propia obra y eso no debe ser así,siendo el escritor que sos. Encontrarte aquí ha sido muy placentero y ojalá sigan subiendo poemas tuyos para conformar a los lectores de la revista.
ResponderEliminarAlicia Noe Cabral
que maravilla poder transformar la cotidianidad
ResponderEliminar- a veces muy dolorosa - en esta maravillosa vivencia estética.
amelia arellano
Escuché a este poeta en el programa de Lily y simplemente quedé prendada de su palabra. Hay mucha lucidez y profundidad en sus poemas,escritos con un lenguaje tan auténtico, sin rebuscamientos y tan limpio.Nada que sobre,nada que falte y como si fuera poco,la forma de leerlos, su tonalidad es totalmente concordante con su palabra escrita.
ResponderEliminarUn abrazo y mis felicitaciones,
Juany Rojas (desde Chile)
No puedo creer no haber dejado un comentario a Pablo Anadón, el más, su poesía simple, cotidiana "aprendida a decir"
ResponderEliminarLalo Ledesma
Cuando puedan, apreciaría leer más de este autor que disfruté pero quisiera más trabajos de él. Hay muchos autores de los que estoy necesitando una reposición.
ResponderEliminarPedro Altamirano