WILLIAM BLAKE
El Tigre
Tigre, tigre, que te enciendes en luz
por los bosques de la noche
¿qué mano inmortal, qué ojo
pudo idear tu terrible simetría?
¿En qué profundidades distantes,
en qué cielos ardió el fuego de tus ojos?
¿Con qué alas osó elevarse?
¿Qué mano osó tomar ese fuego?
¿Y qué hombro, y qué arte
pudo tejer la nervadura de tu corazón?
Y al comenzar los latidos de tu corazón,
¿qué mano terrible? ¿Qué terribles pies?
¿Qué martillo? ¿Qué cadena?
¿En qué horno se templó tu cerebro?
¿En qué yunque?
¿Qué tremendas garras osaron
sus mortales terrores dominar?
Cuando las estrellas arrojaron sus lanzas
y bañaron los cielos con sus lágrimas
¿sonrió al ver su obra?
¿Quien hizo al cordero fue quien te hizo?
Tigre, tigre, que te enciendes en luz,
por los bosques de la noche
¿qué mano inmortal, qué ojo
osó idear tu terrible simetría?
Un Sueño
Cierta vez un sueño tejió una sombra
sobre mi cama que un ángel protegía:
era una hormiga que se había perdido
por la hierba donde yo creía que estaba.
sobre mi cama que un ángel protegía:
era una hormiga que se había perdido
por la hierba donde yo creía que estaba.
Confundida, perpleja y desesperada,
oscura, cercada por tinieblas, exhausta,
tropezaba entre la extendida maraña,
toda desconsolada, y le escuché decir:
“¡Oh, hijos míos! ¿Acaso lloran?
¿Oirán cómo suspira su padre?
¿Acaso rondan por ahí para buscarme?
¿Acaso regresan y sollozan por mí?”
oscura, cercada por tinieblas, exhausta,
tropezaba entre la extendida maraña,
toda desconsolada, y le escuché decir:
“¡Oh, hijos míos! ¿Acaso lloran?
¿Oirán cómo suspira su padre?
¿Acaso rondan por ahí para buscarme?
¿Acaso regresan y sollozan por mí?”
Compadecido, solté una lágrima;
pero cerca vi una luciérnaga,
que respondió: “¿Qué quejido humano
convoca al guardián de la noche?
pero cerca vi una luciérnaga,
que respondió: “¿Qué quejido humano
convoca al guardián de la noche?
Me corresponde iluminar la arboleda
mientras el escarabajo hace su ronda:
sigue ahora el zumbido del escarabajo;
pequeña vagabunda, vuelve pronto a casa"
mientras el escarabajo hace su ronda:
sigue ahora el zumbido del escarabajo;
pequeña vagabunda, vuelve pronto a casa"
Bueno Blake es muy conocido, conozco incluso estos poemas, su palabra siempre viene bien para refrescar la memoria.
ResponderEliminarIrene
De Blake he leído poco. Me vino muy bien esta publicación para adentrar más en su obra. No podía faltar su poema emblemático " El tigre", que luego lo tomará Borges, quen fue su gran admirador.
ResponderEliminarMARITA RAGOZZA
Comparto con Marita la idea de Borges admirador de Blake. El Tigre y su opuesto, podríamos decir, El Cordero pertenecen a sus Cantos de Inocencia y de Experiencia. De alguna manera, son los dos mundos en los que se asienta toda la mística de este gran escritor adelantado en mucho a su época en cuanto a la forma, y también pintor y grabador.
ResponderEliminarSu lectura sigue siendo muy interesante.
Cristina
La verdad es que Blake es reconocido desde hace un tiempo, pero fue practicamente un desconocido ruante el transcurso de su vida.Pero lo bueno es que se lo pudo rescatar como el "artista total" que era ,hay una ferviente relación ensutre su poesía y sus grabados, ambas están espiritualmente unificadas. Cuando lo describí hace un par de años me impactaba su voz poética ligada a su pintura de rico simbolismo, hombres musculosos, grises pero siempre me quedo en la memoria una pintura de él que me pareció maravillosa como "el anciano de los días". Y otra cosa que me llamó la atención fue que al morir fue enterrado en una tumba sin nombre y solo hay en sus cercanías un monumento o especie de lápida con los nombres y fechas de él y su esposa. Eso le crea para mí, un halo de misterio. Lindo encontrarlo con estos poemas.
ResponderEliminarLily Chavez
SIEMPRE SE APRENDE CON ARTESANIAS Y CON QUIENES COMENTAN. RESULTA ATRACTIVO LO DE LA TUMBA SIN NOMBRE QUE CUENTA LILIANA. ME GUSTA BLAKE, LO HE LEÍDO.
ResponderEliminarEDGAR BUSTOS