CARLOS ARGÜELLO ...
No creía en trayectoria ni currículo. Se decía un simple hombre que tenía los ideales intactos y un lugar en su tiempo para trabajar por los demás. Ha fallecido ayer, CARLOS ARGÜELLO, poeta. Pertenecía al grupo El andén de los juglares y para él sus compañeros eran trovadores de bosques, soles, unicornios. Oídos de lunas en el viento y nombres queridos en la brisa, que en el corazón repicaban como letanía. Todo era sentimiento en él. En la introducción de una de las últimas antologías en las que participó decía:
“No hay mujer más desnuda
que aquella que se descalza
con la ternura en los ojos
y el deseo en la mirada”
Enviado por Liliana Teresa Chavez
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Cuando recorro las calles y la vida me golpea a los costados, mostrándome los ojos de los niños, la pesadez de los viejos, de los abandonados; cuando veo el cansancio resignado de los trabajadores y todos los rostros del miedo y la esperanza: el alma es un silbido aullante y dolorido que necesita contarse en papel y poesía.
Cuando unos ojos luminosos me arropan de soles y suspiros, o la seducción del viento, el sonido del bosque, una mujer danzando con toda su desnudez de don y de milagro: me vuelvo sin querer relato, verso, alarido…
Cuando el amor, la soledad o la ausencia me regresa luna y música, cuando la historia, el latir y la memoria, son una lágrima, un sollozo, una esperanza: soy relámpago y trueno y el corazón me arrebata la palabra. Entonces escribo sin que nada pueda detenerme, que es mi modo de reir y de llorar junto a los fuegos.
Ausencia
En el inevitable sollozo del domingo
cuando murmuro tu nombre más dolido
la casa se inunda en sinsentidos
y la soledad es más sola todavía
sin las voces y risas, juntas y abrazadas.
Las flores languidecen sin tu nombre
y el domingo es una larga saeta dolorida
que destroza el corazón sobre tus fotos.
La memoria de tu aroma
que queda por mi almohada
me abraza en grises colores esta ausencia.
Mis ojos quisieran encontrarte en los espejos
que sólo reflejan mis suspiros
cuando acuno tu nombre, sin llamarte,
y el hueco del sillón forma tu cuerpo
intangible vacío del deseo.
Busco entonces el calor que me arrancaron,
llevándote a un destino verde oscuro,
a un campo por miles de botas pisoteado.
Qué dolor el domingo
con toda la soledad más sola todavía
al no saber dónde llevarte flores,
bajo qué piedra quisieron esconder tu risa.
¿Qué estrella guarda tu esperanza?
Qué dolor los domingos
entre los naranjas y rojos de la tarde
y la primera luna en la ventana
cuando son relámpagos perdidos
mi búsqueda
tu nombre
y mi sollozo.
Carlos Argüello
Que poeta, maravilloso poema y expresiones pero,creo que quien deja la palabra escrita vive por siempre.
ResponderEliminarIrene
QUE INCREÍBLE, TANTO LA PROSA COMO EL POEMA SON MUY SENTIDOS Y ME HAN LLEGADO AL ALMA. LAMENTO SU FALLECIMIENTO, NO HACE FALTA CONOCER AL POETA, SUS PALABRAS SON LA LUZ Y BASTAN.
ResponderEliminarEDGAR BUSTOS
No sé, tal vez porque se trata de un poeta recien fallecido es que me siento tan frágil ante sus palabras.Lo que dice en la prosa es muy bello.
ResponderEliminarMaría Esther Martinez
duele, duele, el saber que ya no lo escucharemos... duele más, pero queda, esta por siempre en sus textos... seguirá con nosotros y eso alivia en algo el dolor
ResponderEliminarpoeta y hombre enorme!
francisco
Conocí a Carlos, entonces es muy fuerte verlo en la foto, reconocer su escritura pero sé, al menos, que no lo olvidaremos.
ResponderEliminarCristina
Me dejó impresionado la noticia de la muerte de Argüello. Lo escuché una vez que acompañé a una amiga a El Andén de los Juglares. Es un poema hermoso el que han publicado.
ResponderEliminarLalo Ledesma
Me emocioné con la poesía de Carlos Argüello y le pediría algunos poemas más al editor por favor.
ResponderEliminarGracias por la belleza de la palabra esté donde estés poeta.
Andrea Casas
Hizo bien en no creer en trayectorias ni currículos... Sólo hay que leerlo y palpar sus sentimientos y la palabra precisa, la que se acomoda en su justo lugar; mis condolencias por el hombre que partió y mi abrazo por el poeta que queda.
ResponderEliminarGracias Lily querida por invitarme a esta lectura.
Betty Badaui
Adiós al cuerpo que partió. Bienvenida la voz, la esencia y la palabra, de un poeta que ha entrado en Artesanías para regocijo de los lectores. Los encuentros con los "sin trayectoria y sin curriculo" tienen esta cosa maravillosa de existir y ser donde menos se lo espera. ElsaJaná.
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