Nació en Kamianets-Podilsky, Ucrania, en 1974. Estudió historia y
teoría literaria en la
Universidad Nacional de Kiev-Mohyla Academia y en la edad de
veintidós años ganó el concurso literario para escritores jóvenes organizado
por la editorial Smoloskyp. Poco después publicó su primera colección de
poemas, Vesinnia Yeres (1998,
Los hombres de mi país
Los hombres de mi país
ceden sus asientos en el metro
a los discapacitados a los ancianos
y a los pasajeros con niños
pero la mayoría permanecen sentados
pues esta categoría de ciudadanos
tiene una marcada tendencia a extinguirse
o a viajar en metro con menos frecuencia
los hombres de mi país
son santos bajo un talón
con mandíbulas de insectos entrenados
con las que roen su camino
a la paternidad merecida
y más tarde habiendo desatado sus manos
degustan la carne de los niños
utilizando métodos proscritos
para criar la generación más joven
los hombres de mi país
no son mutantes o pervertidos
son producto del procesamiento secundario
de aminoácidos
esto es todo lo que queda de la nación
que ama y honra a sus héroes
jóvenes tan regordetes o con mandíbulas de
pit bull
su amor por la maternidad
ha superado todos los límites discernibles
y se convirtió en su sello personal
los hombres de mi país
especímenes maravillosos para un entomólogo
porque son frágiles como exóticas mariposas
clavadas en un pedazo de cartón
ellos reconocen el valor
de cada movimiento, cada sonido
porque la vida es un crimen sin fin
que no tiene justificación
Vine y vi, pero no vencí... es el desarraigo de su poema humanístico.
ResponderEliminarCelmiro Koryto
Voz eslava que levanta su decir insertado en la visión trágica de los hombres de su pueblo, que se hace universal.
ResponderEliminarMARITA RAGOZZA
Crítico y bello. Buen poema, me gusta. Gracias Artesanías por traer autores nuevos. marta comelli
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