CUADRATURA DE LA JUSTA JUSTICIA
A esa mujer le han vendado los ojos.
La han bautizado con un nombre apócrifo.
La han prostituido, le han llamado puta:
Le han profanado el pubis.
Han colocado en sus manos una balanza rota.
La han vestido de impudicia.
Le han pintado el pelo, las uñas y la boca.
Ay, profunda rosa roja que no calla.
Que no sangra, que vuelve al grito barro.
Y regresan palmeras, bosques, llanos.
Desvelados caballos ardiendo en marejadas.
Llega el jinete oscuro en la luna creciente.
Cuadratura de la justa justicia.
Se enternece con sus pechos de luna.
Y la arrulla en un zodíaco de oro.
Y cuenta los lunares de su cuerpo.
Y toma la espada fálica cual si fuera una flecha.
Y la clava, en el punto exacto de sus miedos.
Y enero trae soterrados augurios.
Como aquella vez, la única, la eterna.
La cubre. La posee. La nace.
La inviste, bajo la cruz del sur, ente los
médanos.
CUADRATURA DE LA CRUCIFIXIÓN
“Te amo más que mi propia piel” Frida khalo
A esa mujer la han crucificado a besos.
La han cubierto con la vía láctea.
Con sagrada saliva la han ungido.
Le han puesto alas en la cabeza.
En la frente, un paraguas. Un pararrayos.
Han seguido la flecha de los besos en sus pies.
Han penetrado por su ombligo.
Piel, debajo de su piel.
En su vientre un pez tornasolado nada
Han borrado sus huellas dactilares.
Solo un punto. Vida. Desatino. Amor.
En su hipocampo mar solo cabalga un nombre.
Todos los hombres, menos uno, extintos.
Posesión. Agujas. Lobisón. Noche de luna.
Cuadratura de la crucifixión.
La muerte está colgada en un tendal de seda.
Y la tristeza y el olvido y el pan duro.
Zozobra en las ancas de un potro negro, sin domar.
Monta en pelo y florece la rosa de los vientos.
Y la llaman loca. Sacrílega. Impía.
Pero le han brotado bocas en sus ojos.
En sus riveras. En sus bordes de agua.
En sus caderas. En sus manos, bocas.
Bocas. Bocas. Bocas.
Magnífico Amelia! Tu poesía tiene un poder descriptivo y una fuerza admirables.
ResponderEliminarSaludos desde Chile!
En los poemas de Amelia, el cuerpo de la mujer es profanado mil veces,y se ofrece como cáliz en el pagano ritual de la vida.
ResponderEliminarGracias poeta.
Ofelia
Que bueno esta eso de la Justa Justicia prostituida. Que no sangra.
ResponderEliminarMe gustaron tus polivalentes poemas. Mucho.
Graciela
El ser-mujer , como bien dice Ofelia, es para la autora , aquella que no acepta que le tallen la vida los mandatos sociales y/o culturales, que es independiente, parecida a Artemisa, pero no virgen la que, aunque crucificada , no le hacen desviar su camino. No es por casualidad el acápite de Frida Kahlo.
ResponderEliminarVigorosos y bellos tus poemas, Amelia.
Felicitaciones y saludos.
MARITA RAGOZZA
La poeta juega con la ambiguedad desnuda la justa justicia de un género sufrido sin embargo, exalta el amor para el que ese género ha sido creado, no sé si cuadra pero sus versos embriagan, saludos, Carlos Arturo Trinelli
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ResponderEliminarConmovedor espanto. Justicia cegada, de nombre apócrifo, privada y denigrada hasta del mínimo destello del puro sentido de ser. Presa del nuevo lobisón que acierta al centro exacto de sus miedos en oscura luna naciente. Crucificada en besos, ungida en saliva, penetrada desde el ombligo hasta bajo la piel. Mujer de huellas dactilares borradas. Y así…muerte hasta la locura...Bocas.
Y en esas bocas repetidas como voces y veces, reaparecen impúdicos fantasmas a morder y triturar la palabra de su justo sentido. Cuadratura cíclicamente circular que nos cala de vaivenes. Nos hace a la mar revuelta, en rescate de su hipocampo. ¡Bellísimo! ElsaJaná.