Prisión
de luz
dolor en llamas
de papel
ausente el Dios
que nos parió
rezamos
solos
hincados
de ardor
ante la red.
Mamá trajo diarios viejos
aquellos que él leía
los fines de semana
partimos las hojas
por el medio
y de a poco
comenzó
el ritual
de envolver cada copa
para la mudanza
pero ya nos habíamos ido
antes
de a poco nos fuimos
cada quien a lo suyo
a ser extranjero
nuevamente
a esquivar recuerdos
a mirar con lupa
los rincones
la cigarrera sin estreno
la caja de fotos
el misal de cuero
los banderines
los anteojos
y esos gemelos de oro
que tanto le gustaban.
Fabiana León nació en Oncativo y reside en Villa María desde 1989. Es licenciada en comunicación social, se dedica actualmente al periodismo y a la docencia de nivel medio y superior.
fabi, el segundo poema lo llevo en mi alma,en el primero siento tu angustia y quiero valorarlo desde ese lugar, el atreverte. tqm. susana zazzetti.
ResponderEliminarBellísimo Fabi!! Un recuerdo para alguien que se fue pero está Gracias!! Abrazo!
ResponderEliminarNos acostumbramos a las prisiones, por eso el primer poema me dice tanto, y en el segundo está absorbida la ausencia con detalles de quienes no se van nunca del todo.
ResponderEliminarMaravilloso tu decir poético, Fabiana.
Felicitaciones y saludos.
MARITA RAGOZZA