Celia Clara Fischer
EN OTRA PARTE
Amo en la noche los
bolsillos del tiempo
el silencio consternado por
predicciones indecisas
ese olor lascivo del vino
mientras llueve
y a mi cuerpo hablando
su fuego insolente
con los grandes secretos del
río
amo en la noche las voces
que anuncian la noche
el resplandor de una
guitarra en el desierto
el peligro de la verdad de
una mirada
mientras la música que
espero avanza
bajando astral por crestas
azules
hacia el paisaje abierto y
mudo
de soledad en desmemoria
sobre todo en la noche amo
la sed que no se apaga
y esta sensación de vastedad
en alto
que me acompaña
demorando al sueño en su
travesía
porque mi sangre se ha
puesto lejos
a estremecer abrazos arrancados.
Me llega profundo y sólido el alboroto que viene de esa soledad inhóspita que parece derramarse de "los bolsillos del tiempo" -que genia- y ese eco penetrante y temerario del "peligro de la verdad de una mirada" CONMOVEDOR. Un abrazo.Celia. Susana Macció
ResponderEliminarGracias por el poema, querida Celia, y a Andres por publicarlo. Si, vaya que hay hallazgos y bellas imagenes aqui, una sobria melancolia con reflejos de un evaporado vino, y aspereza en el paisaje nocturno y en el cuerpo mudable que brevemente la habita.
ResponderEliminarY en la voz que al paso de esa noche canta, que desde el fondo mismo de su honda soledad se interroga.
Un gran abrazo
Alejandro
En la noche, la poeta atraviesa el velo del tiempo, conversa con los secretos del río y desafía la verdad de una mirada.
ResponderEliminarFina percepción e imágenes conmovedoras en el decir de Celia.
Gracias por tanta belleza
Sin duda esa noche le pertenece a Celia, es de Celia pero de los bolsillos del tiempo reconocemos imágenes y sensaciones que nos removió también nuestro tiempo,al menos el mío, y demoró al sueño en su travesía . Me conmovió
ResponderEliminarCristina Pailos
Celia , un poema impecable. Imágenes que movilizan y quedan a la espera de mas . Un abrazo.
ResponderEliminaramelia
Amigos poetas, mis palabras se conmueven.
ResponderEliminar¡Gracias!
Los abrazo con Aldao adentro.
Tantas verdades mágicas desde un bolsillo que abraza palabras.
ResponderEliminarSon una belleza.
El peligro de la verdad en la mirada, si una verdad que a veces no se puede decir en palabras, porque el dolor es muy grande. Y solo se mira, queriendo entender, que paso, o que hice mal. Que tristeza! porque los caminos quizás nunca mas se vuelvan a cruzar.
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