viernes, 20 de abril de 2012


Carlos Aprea

La Plata, 1955. Publicaciones: "la intemperie", Ediciones Al Margen, La Plata, 1999.
"abrigo, poesía 1999/2006", Ediciones Al Margen, 2006. “Política líquida y otros poemas”, Sobre plaquetas de la talita dorada, 2009. “La camisa hawaiana”, Libros de la talita dorada, 2010. Antologías: "8 poetas regionales", Concurso EDELAP de poesía (2° premio), La Plata,1997 "Posía 36 autores", La Comuna Ediciones, Municipalidad de La Plata, 1998 “Pan, amor y poesía – Culturas alimentarias argentinas”, INTA, 2008 Poemas y textos diversos han aparecido en las revistas: “Talita”, “El hormiguero”, “El espiniyo”, “Pasajes”, “Revista de la F.C.A.yF.”(UNLP), “Sismo Trapisonda”, etc


para hacer infinito el amor

cuando la canción se despereza ya partí,
entonces ella
es la que me persigue.
(inédito, 1979)

también vivimos

de recuerdos,
de evocaciones,
también vivimos

en la playa desolada,
desguarnecidos,
llamando inútilmente
en la tempestad,
también vivimos

la marea baja lenta
y se vislumbran
manchas,
basuras,
restos
sobre la playa,
caminamos
sobre la anatomía descuartizada
de la derrota,
aún son tenues los llamados,
tenues y temerosos,
un horizonte en brumas,
así
también vivimos

entre ceremonias de exhumación
y primaveras
esta nueva estación
y sus milagros
de horas dilatadas,
de reencuentros,
de homenajes tardíos y delirios,
del sabor amargo de la nada
y el hambre
de lo imposible,
y la fe y los rencores,
también vivimos.
(de la intemperie, Editorial Al Margen, 1999)

los perdedores

gozosa herida,
insistencia absurda de golpearse y golpearse
con la misma miseria los oídos,
noble madera carcomida, herrumbre de los años,
persistencia,
canción cortada por el hacha de un carnicero
viva en sus pedazos,
crece en tiempo de descuento,
cuando la edad comienza a ser una amenaza,
crece
una música tatuada en las entrañas,
para que la clasifiquen los imbéciles
y le teman los traidores,
y los asesinos sepan que nunca descansarán
y aunque sea
les sirva de  condena,

no hay llanto tan feroz,
ni dolor tanto,
melodía embrujada que nos arrimas al borde aquel
de la derrota,
y nos empujas seductora a ese otro lado donde todo calla
para siempre,
quizá no fuimos fieles a patrones o ejemplos,
quizá el azar marcó de canto una baraja mala
y nos dejo sin falta ni resto,
o tal vez temblamos mas de lo que el tiempo exige
a los verdaderos triunfadores,
y perdimos el fiel, el equilibrio, la mesura,
el cinismo de los escaladores,
y la alegría de los exitosos sin culpa y sin memoria,
pero aun nos conmueve
una “esperanza absurda , que es toda la fortuna...”,
melodía embrujada,
sirenita,
te reís de nosotros que no queremos cera en los oídos,
aunque tu canto convoque  los dolores mas hondos,
y persistimos en hacer el viaje
atados al palo mayor,
sin brújula ni timón, sin cartas ni astrolabios,
sin marea ni mar,
despidiendo a los muertos que mueren todavía,
sin llegar a saber
si la nave parte, si sube la marea,
atados al palo mayor,  de una nave varada y descompuesta,
no hay otra cosa que sea tan inútil
no hay otra cosa que nos importe tanto.

(de la intemperie, Editorial Al Margen)

2 comentarios:

  1. El desamparo existencial, la búsqueda de sentido y la denuncia inesperada trajinan las palabras de estos poemas, enfrentándonos a la verdad irrebatible.
    Una forma positiva de remar ante la indefensión.
    Excelentes.
    MARITA RAGOZZA

    ResponderEliminar
  2. Las mareas, la bruma , el mar , que maravilla ...y yo tan lejos.
    Un canto , un lamento , un grito .
    Muchas gracias.
    amelia

    ResponderEliminar