DOMINGO DE LLUVIA
junté unas letras
tempranísimo
a las seis y veinte ya
después del segundo desayuno
llovía sobre mi domingo
y sobre las lomas
y sobre mi río.
junté unas letras
para decirte
aún medio dormido
ya te extraño amor
tan pronto
nada como tanto más que eso.
PUCHA QUE SOMOS SONSOS
El mate al costado del agua
hace larga la tarde
vuelo con las garzas de este río y el sol
quebrado entre sus alas abiertas.
Me sale decir
aunque no sea decirte
pucha que somos sonsos hermano
es una pena
cuando la terquedad y el orgullo
se mezclan antes que cualquier yerba
y se toma a sorbos lentos
como si no existiera el agua pura.
Pucha que somos sonsos
ni lástima ni tristeza
pena, eso es.
Merce Sáenz
No soy bueno comentando, pero estos poemas están para leer con gusto varias veces, entran de a poco
ResponderEliminarHOLA POETA, ENTRAN DE A POCO, ASÍ ES Y ME SUMO.PINTAN EL ESPACIO EL TERRUÑO, IMPOSIBLE DESPRENDERSE DEL RÍO, EL VERDE, EL PÁJARO. IMPOSIBLE NO ENCONTRAR EN TUS TRABAJOS UNA MORALEJA, DE DESARROLLO Y LENGUAJE SIMPLE PERO SIEMPRE DECIDORES. ME GUSTARON MUCHO. BESOS. MARTA
ResponderEliminarDulces y tiernos poemas del paisaje humano y natural del entorno.
ResponderEliminarSiempre llegando al corazón del lector.
Celmiro Koryto
Merci querida tus poemas saben como las ciruelas de mi huerto - si tengo un huerto, como el de mi infancia- son deliciosamente dulces pero dejan un sabor levemente ácido ...y a más.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte
amelia
Querida Mercedes: leí tus poemas y te veo a través de una ventana, con el mate en la mano, mirando la lluvia y el río (en el Tigre) pasando con fuerza, invitando a la imaginación y al recuerdo. Un teatro natural perfecto para "pescar sentimientos, en el pozo de la vida".
ResponderEliminarTe abraza,
Publico tus obras porque se escapan de los pliegues de tu alma, siempre renovándote. Gracias.
ResponderEliminarandrés
Los dos poemas parecen referirse al día domingo en distintas horas. En el primero, la mañana frente al río, y el extrañar que es la forma de remembrar y añorar.
ResponderEliminarY en el segundo, a la tarde, con el mate compañero,afloran los pensamientos, los reconocimientos y el residuo de la melancolía que es la pena.
Delicados y profundos, los poemas abren un camino interior.
Felicitaciones, Merci, y cariños.
MARITA RAGOZZA
Muchas gracias Andrés por la publicación y Muchas gracias a todos por sus generosos comentarios.
ResponderEliminarAbrazo redondo a todos
Merci
Una segunda lectura de estos dos poemas de Merce Sáenz, en especial el segundo (Pucha que somos sonsos), me parecieron escucharlos en su voz tan particular:
ResponderEliminarPucha que somos sonsos
ni lástima ni tristeza
pena, eso es.
¡La pucha! qué hermosos y juguetones estos versos que construyen los poemas, pero como en todo juego hay alegría en el desarrollo y nostalgia en el epílogo, un placer leerte, saludos, Carlos Arturo Trinelli
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