De pronto me encontré con el tubo en la mano, no recordaba que hubiera sonado ni haberme acercado al teléfono, pero ahí estaba, escuchando y diciendo: -pero cómo, mamá, cómo me llamás? Y ella me contestaba:
-así es, si alguien de tu lado me llama, puedo telefonear. Vos me llamaste, querías hablar conmigo, y por eso pude.
-Pero qué me decís... ¿tienen teléfonos allí, línea?
-No, no es así exactamente, no puedo explicarlo, ni yo misma lo entiendo. Pensé en el teléfono y aquí estamos hablando…
-Mamá, ¿y cómo es allí, viste a papá?
-Y, no es muy diferente de lo que viví. No, no vi a tu papá. Él perteneció a mi otra vida, ahora es distinto…¿Te creés que estamos pendientes de los que dejamos atrás? ¡No, no es así! Si fuera como vos creés, estaríamos tristes todo el tiempo…¡Ni pensamos en ustedes!
-Pero mamá, ¿cómo es posible? Pero, entonces, no sé, no sé cómo preguntarte, ¿nosotros no tenemos que pensar en los muertos? ¿No tenemos que ir al cementerio, prenderles velas en los aniversarios o pedirles ayuda?
-No sé, nena, pensá que ahora es como si yo tuviera doce años. Estoy yendo a la escuela, hay montones de cosas que no entiendo. Y dejá de llamarme mamá. Vos ya no tenés mamá y yo ya no soy la que era.
-¡Estás yendo a la escuela! ¿A qué escuela?
-Y, es como la escuela secundaria que había en mi barrio y las maestras son las que había entonces. Como yo siempre quise estudiar y no pude, ahora lo estoy haciendo. ¡¡Estoy tan contenta!! ¡¡Ojalá mis hermanas y mis viejos pudieran verme!!
-Mamá... perdón, me tengo que acostumbrar... Felisa, decime, ¿y cuando termines la escuela qué vas a hacer?
-No sé, Lucy, qué me interesa, ¿para qué pensar? Antes de morir me angustiaba la muerte y nunca me imaginé que la pasaría tan bien...
- Pero mamá, ufff, Felisa, ¿entonces para qué uno se hace malasangre, se esfuerza por vivir bien y hacer todas las cosas necesarias si igual después lo compensan?
-Lucy, ya te dije que no me hagas preguntas, viví tu vida y dejá de pensar. No había un refrán que decía "los últimos serán los primeros"? Bueno, así será nomás…Escuchame, Lucy, siento ruidos raros en la línea, puede ser que se corte, ni idea tengo de cuánto tiempo podremos seguir hablando, así que por las dudas te digo que no se si otra vez podré contestar a tu llamado, aquí no hay a quién preguntarle nada, así que no conozco las normas, ni si las hay.
* * *
Cuando recuperé la conciencia de mí misma, eran los dos de la mañana y yo estaba sentada en el sofá con el inalámbrico en la mano. No podría jurar que el diálogo realmente tuvo lugar pero me resultó tan vívido que tampoco podría asegurar que fue un sueño.
De pronto recordé un cuento que leí hace tiempo en el que el padre muerto habla desde el más allá con una de sus hijas, y me dije que pude haberlo incorporado a mis fantasías. Eso me convenció definitivamente que todo este diálogo era soñado.
Pero entonces, si había sido un sueño, ¿por qué estaba sentada en el sofá en medio de la noche, con el teléfono en la mano? Y la voz, la voz era extraña, no era la de mi madre sino una voz de joven, casi de niña…
De todas maneras, ¡qué importaba! Yo me sentía tan bien, tan feliz con ese delirio que me daba lo mismo que fuera sólo una ilusión.
Estaba sentada, vestida con la ropa que me pongo para dormir, tranquila, pensando con claridad, como si fuera de mañana. Pensaba en lo que había soñado, imaginado o tal vez ocurrido. No podía contarlo, no podía compartirlo con nadie, era como si al relatar el episodio lo ensuciara, le quitara veracidad.
Imaginé contando esto en una reunión, o a algún amigo y enseguida se me presentó la imagen de las risitas incrédulas, los chistes vulgares o la retahíla de anécdotas de cosas parecidas que le pasaron a otros.
Decidí quedarme con la anécdota para mí sola, no compartirla con nadie y seguir interrogándome sobre la realidad de la llamada, hasta hastiarme.
Me preparé agua tibia con miel para poder adormecerme rápido y volví a la cama. Me dormí enseguida y no soñé nada. ■
"Que es la vida? Un frenesí' Que es la vida ? una ilusión, una sombra , una FICCIÖN; y el mayor bien es pequeño; que toda la vida es sueño y los sueños sueños son."
ResponderEliminarNurit , creí que este autor expresaría mejor mi sentir . Me encantó!!!!
Un abrazo .
amelia
Ester, este es un hermoso cuento que por el estilo, la forma, las palabras elegidas llevan a una duda hermosa. ¿Sueño? Probablemente.
ResponderEliminarUn abrazo
Sonia
Cuando la línea divisoria une la realidad con la ficción se ocasionan situaciones mágicas. La autora a logrado con inteligencia un relato que une presente y pasado y un futuro que quiere hacer pensar que es posible.
ResponderEliminarManteniendo su estilo Ester nos deleita con esta entrega.
Celmiro Koryto
ESTER, DÓNDE ESTÁ EL LÍMITE? EL BORDE QUE DEFINA?, DEJANDO DE LADO EL RELATO SEGURAMENTE TE HABRÁ ACONTECIDO ALGUNA VEZ ALGO SIMILAR, UNA VOZ QUE DESEAMOS ESCUCHAR, UNA IMÁGEN QUE ANSIAMOS RECORDAR, PERO QUE SON Y NO SON EN EL SUEÑO. MUY BIEN REFLEJADAS ESAS SENSACIONES EN EL RELATO, CON TU LENGUAJE SIMPLE Y TRANQUILO. Y UNA GRAN ESTRATEGIA, EN LA PRIMERA PARTE DEL RELATO: LOS CONSEJOS, LAS REFERENCIAS, LAS SUGERENCIAS A LOS DESPRENDIMIENTOS QUE A VECES TANTO NOS CUESTAN LOGRAR. EL RELATO TIENE MORALEJA Y ES PARA PENSAR. FELICITACIONES.MI AFECTO. MARTA COMELLI
ResponderEliminarCuando los sueños son como reales y se pasa al verdadero sueño con plenitud, tengo la impresión de que es la paz mental que a veces se logra entre ilusión y realidad, es un relato para tener en cuenta, me gustó.
ResponderEliminarUn abrazo, Ester
Betty
Ester me reprende cuando comento un relato suyo. Los comentarios de apreciados lectores y colaboradores de Artesanías me obliga a opinar. El texto se columpia entre el sueño y la realidad... Y pienso que fue más realidad que sueño aunque me califiquen de orate.
ResponderEliminarMuy conmovedor el coloquio entre Felisa y Lucy. Casi real...
La autora se anima a adentrarse en el misterio que se ahonda en el diálogo no imaginado, porque nada se sabe y todo puede ser posible.
ResponderEliminarUn cuento donde uno se siente invitado a pensar Para que no reprendas a Andrés, yo también confirmo que es excelente el diálogo entre Lucy y su madre.
Felicitaciones, Ester , y cariños.
MARITA RAGOZZA
El relato toca un tema sensible, la comunicación con nuestros muertos los que seguro nos hablan en los sueños y a los que nos empeñamos en mostrarles ésta nuestra vida quizá con el alivio de sentirnos aún aquí, no creo necesario verificar la realidad o el sueño, saludos, Carlos Arturo Trinelli
ResponderEliminar¿Por que tendrías que haberlo soñado? Felisa en la línea y Nurit con el tubo en la mano... La muerte es esa porción aparentemente interminable de la vida, a la que nadie parece arrepentirse de haber viajado. El rol madre ha muerte, de eso no hay dudas. Pero Felisa, Felisa continuará prendida a vos por cuanto línea le des cabida. oh! este maravilloso tema de la relación entre los vivos y los muertos. Dan siempre para novelas, vos, con maestría a pura sencillez, nos lo contaste en un cuento muy breve. Sí, bien valen los comentarios, Nurit. ElsaJaná.
ResponderEliminarME ENCANTA LEER LOS COMENTARIOS, DESCUBRIR LAS FANTÁSTICAS IGUALDADES Y DIFERENCIAS EN CUANTO A LAS SENSACIONES QUE PROVOCA UN TEXTO. A TIEMPOS COMO AUTORES, AL MENOS A MI ME PASA, QUE ME CUENTAN QUE DIJE O SENTÍ LOS QUE NO DIJE NI SENTÍ CUANDO ESCRIBÍA. LA MARAVILLA DE LA LITERATURA Y SU PROVOCACIÓN Y DE LA DIVERSIDAD. MI AFECTO. MARTA COMELLI.
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