jueves, 4 de agosto de 2011

rajel



El lamentable caso de la poetisa Rajel (1890 1931)

Había llegado a Palestina en 1909 con su hermana Shoshana en camino a Italia, donde pensaban estudiar Arte y Filosofía. La realidad de esos días, el entusiasmo de la creación de escuelas y poblados agrícolas, las primeras casas de Tel Aviv, las convenció quedarse allí e incorporarse a la acción redentora de los primeros pobladores en el valle del río Jordán.
Son los años que cristalizan las ideas de renacimiento nacional, de formación de un nuevo ser humano partícipe de una sociedad igualitaria y socialista, distinta a la tradicional y obsoleta concepción judía de la familia.
Entre los ideólogos, se destacan Aarón David Gordon, Berl Katzenelson y Raquel Blubstein, quienes compartían sus entusiastas debates y redacción de lemas ideológicos con momentos románticos en situaciones de apasionada intimidad. Rajel era la musa poética del trío, y sus poemas sirvieron de orientación para toda esa generación.
En 1913, Rajel viaja a París para estudiar agricultura, y luego a Rusia donde pasa los años de la Primera Guerra, volviendo a Palestina en 1919.
Rajel se incorpora inmediatamente al Kibutz Degania, que la acepta por su aporte literario e ideológico de los años en compañía de Gordon y Katzenelson. Al año, se descubre que padece de tuberculosis y el Kibutz resuelve deshacerse de ella.
A Rajel le causó mayor pena el hecho que la conducta de sus compañeros reflejaba que los ideales se habían hecho trizas, que el sueño de crear un nuevo tipo de ser humano basado en la justicia y el apoyo mutuo se había esfumado y que lo que quedaba era la antigua realidad que "el hombre es enemigo del hombre". Todas estas sensaciones aparecen en sus poesías. Se destaca "Ve Ulay", "…tal vez, ocurrió o fue sólo un sueño…".
Se instala en Tel Aviv (Bugrashov 3), la enfermedad avanza. Los "compañeros" del partido y del periódico "Davar" la ignoran, incluso no le pagan lo acordado por sus publicaciones. Cuando las cosas empeoran, se interna en un sanatorio en Guedera. Agonizante ya, la envían de regreso a Tel Aviv en un carro tirado por dos caballos, pues no tenía medios para llegar en forma más apropiada.
En el Hospital Hadassa de Tel Aviv, en la calle Balfour, en plena soledad, termina el trágico relato de esta hermosa mujer, hija de un padre millonario, la princesa de la familia, el tema de sueños de sus compañeros, la envidia de muchas de sus amigas y de sus hermanas, quien había renunciado a sus estudios en Italia para ser una obrera en una colonia colectiva, para componer con un rastrillo y escribir con una pala, para construir Israel creando un nuevo hombre y estableciendo una nueva sociedad. Ella había redactado las ideas sociales dándoles alas, había expresado sus sueños de igualdad convirtiéndolos en religión, ella impulsó a desecar pantanos y dio las bases a los lemas del retorno a la tierra. Sólo al fallecer concluyó la soledad y la desesperación. El 17.4.1931 todos aparecieron en el velorio, los que compartieron sus sábanas y los que recitaban sus versos, los que pregonaban sus ideales y los que admiraban sus poemas. Pero el entierro en Kineret fue en absoluto silencio, cada uno con sus pensamientos y la tristeza de su conciencia.

SÓLO DE MÍ...

Sólo de mí cantar supe,
estrecho es mi mundo, como de hormiga, 
también como ella cargué mi aflicción, 
grande para mi débil hombro y agobiadora.
 
También mi camino - como el suyo a la cumbre-
senda de dolor y camino de pena,
una mano gigante infame y segura,
jubilosa mano transformó en la nada.
 
Todos mis caminos lagrimeantes desvió
un temor secreto de manos gigantes.
¿Por qué me invocasteis, mundos de fantasía?
¿Por qué me engañasteis, luces lejanas?

Y QUIZÁ...

¿Y quizá
fue solo un sueño
que nunca ocurrió?
¿Y quizá,
no me levanté nunca al alba
el huerto a trabajar
con la frente cubierta de sudor? 
¿Y quizá
nunca en los agobiadores 
días de cosecha,
prorrumpí en la carreta, 
colmada de heces,
en voces y cantar?
 
¿Y quizá,
no me purifiqué
en el tranquilo azul
con sencillez?
¡Oh! Kineret, Kineret mío, 
¿Soñé, o fue realidad?

RAQUEL

Su sangre fluye por la mía,
su voz, en mí canta -
Raquel, pastora de los rebaños de Labán,
Raquel - símbolo de la maternidad.
 
Por eso me es estrecha la casa
y la ciudad - extraña,
porque flota su sudario
en las brisas del desierto.
 
Por eso tomo mi canto
con tanta seguridad,
porque mis pies guardan recuerdos
¡De entonces, de entonces!

ESTÉRIL

¡Si yo tuviera un hijo! Niño pequeño,
de rizos negros e inteligente,
lo tomaría de la mano para caminar despacito
por los senderos del jardín.
Niño
pequeño.
 
Lo llamaría Lucero, lucero mío:
suave y claro este breve nombre,
partícula de luz.
A mi niño moreno
¡Lucero!
¡Llamaría!
 
Aún me afligiré como la Madre Raquel.
Aún he de rogar como Janá en Shiló.
Aún estoy
aguardándolo.


6 comentarios:

  1. Padeció soledad e indiferencia, entre otros males, todo lo transmuta a su legado: La Poesía, que sólo las GRANDES MUJERES como ella, nos pueden otorgar.

    City Bell, Argentina

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  2. "Sólo de mí cantar supe,
    "estrecho es mi mundo, como de hormiga,
    también como ella cargué mi aflicción,
    grande para mi débil hombro y agobiadora".

    Su cuerpo fue desbordado por la grandeza de su espíritu. Quizás sus compañeros también se sintieron agobiados y desbordados por su figura. Pero la poeta, en el decir de Hölderlin,
    ante la tormenta tomó el rayo con las manos y nos legó su canto.
    Gracias Artesanías por dar a conocer esta maravillosa historia.
    Ofelia

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  3. Excelente la introdución!

    Había comentado pero lo llevó el viento....

    Me recuerda a Yerma y asimismo me conmueve. amelia

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  4. A ochenta años de su muerte, su esterilidad ha creado bellos hijos poemas como un nacer de fervor por la vida esa que tan pronto le fue prohibida.
    Su canto cunde y vive en la voz y en los ojos por siempre y ese dolor de no ser nos confunde.

    Celmiro

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  5. Es la voz de Raquel que llora por sus sueños en elegías donde desborda desilusiones y clamores.
    Sus palabras ahora la resucitan y la hacen sobrevivir.
    Conmocionante esta publicación.
    Felicitaciones a Artesanías.
    MARITA RAGOZZA

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  6. GRan trabajo para presentar a esta excelente poeta de la cotidianeidad, profunda y mostrando con sus palabras una pintura de su época. Solo descubro alguna dificultad en las traducciones, a veces pasa, es muy difícil trasladar el sentimiento de otros a diferentes idiomas que no sean el de la lengua madre del poeta. Igualmente hermosos. muchas gracias. marta comelli

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