NAZCO
Nazco en tu aliento
para ser todo lo que no soy
Nazco en tus pies
mientras andas descalzo como una foto hacia dios.
Nazco en tu corazón
como una flor hecha de encontrar miradas.
QUIESCENTE
Mis pies remisos
ahuecan la tierra
y esperan en el alfalfar celeste
que se abra el cerrojo de la hierba.
Soy una y muchas
definiendo sombras.
La niebla despeina
el aire
Y
una
y
otra
vez
intento borrarte
para seguir viviendo.
Una
y
otra
vez
mi saliva seca
tiene sed
de tu boca de luna.
No, no me poseas
me dejarías más cerca del precipicio.
Marita Ragozza De Mandrini
Marita querida : el amor y la nostalgia se deslizan en líneas paralelas logrando un bellísimo poema.
ResponderEliminarGracias !!
amelia
Sin amor no hay poeta ni poema y todo lo que nace es un hallazgo despierto entre nieblas...
ResponderEliminarMas en la sutileza del canto se estremecen las letras.
Conmovedor.
Celmiro
Marita,dos bellos poemas, dos caras del amor, una que hace renacer y la otra que arroja hacia la sombra de la ausencia. Sea como sea siempre será una bendición haber conocido el amor.
ResponderEliminarTe mando un gran abrazo,
Juany Rojas
Marita, amiga: dos poemas que se escriben con la emoción del amor. Es por eso que invaden y contagian,a quienes los leen. Tea braza fuerte, Laura Beatriz chiesa.
ResponderEliminarMarita, el amor es bello aún en las tristezas y yo encuentro en tus poemas esa belleza, casi triste, casi feliz por las imágenes en el alfalfar celeste, la niebla que despeina el aire...
ResponderEliminarMe hace bien leerte, encontrarte en tu poesía.
Betty
No sé si el amor es patrimonio de los poetas pero descubrí en estos poemas la magia de sus facetas, Carlos Arturo Trinelli
ResponderEliminarMarita, tus colaboraciones y comentarios le dan prestigio a estas páginas. Estos poemas son una colaboración muy calificada.
ResponderEliminarAndrés