Cuando los pájaros nocturnos
no cantan,
nosotras estamos sonámbulas.
Peligros lejanos
de animal ancestral y del criado servil,
nos quitan el sueño.
Mejor dormimos,
despiertas.
Inexorables,
nos desplazamos.
Amenazas ocultas
y oscuras como la noche,
se hacen sentir
También de aquellos,
que todos los atardeceres,
declinan el día
impregnados
de nuestros aromas y colores.
Nuestra despaciosa vida…
A veces sin temor,
caemos en letargo.
Y nos parece
que la muerte no existe
Más no hay desplazamientos
sin primavera.
Aunque a veces esta,
inexplicablemente,
se adelante.
O se haga esperar.
Inexorables y a todo costo,
Nuestro ritmo no se detiene.
Para nuestro mayor desconcierto.
GRACIELA, las descripciones de tu micromundo son hermosas, profundas y de una reflexión de alguien que detiene el tirano tiempo para observar el entorno inmediato con mucha profundidad. Historias mínimas de un universo máximo. Me encantó.
ResponderEliminarCarolina Zegaib
Graciela
ResponderEliminarQue importante es saber detenerse, y asi poder observar y observarse.
hermoso poema
Zulma Salinas
Inexorable uno se desplaza por su poesía y descubre la sabiduría oculta y ese esperar sin condiciones con una meta infinita.
ResponderEliminarCelmiro Koryto
Inexorables, tú lo has dicho .
ResponderEliminarPalabras oscuras/luminosas , que con la ilustración hacen un collage maravilloso.
Gracias.
amelia arellano
Muy buena.
ResponderEliminarLentamente nos introduces en tus laberintos, a tus preguntas o cuestionamientos.
Sin olvidar la síntesis, la belleza y la sugerencia del poema.
Un beso
María Esther Robledo B.
Anónimo dijo:
ResponderEliminarMuy linda Graciela.
Me hiciste ver flores en las palabras.
Te felicito. Un beso.
Marta sampallo
6 de julio de 2011