SERGIO ESTEBAN VÉLEZ |
WILDE:
Por aquella osadía
te maldijeron,
condenaron tu cuerpo,
te escupieron,
creyendo que podrían
hacer girar tu esencia,
pero nada alcanzó
a vencer tu genio:
ni el frío
que enrojeció tu piel
y lastimó tus huesos;
ni las jornadas sobrehumanas
que rindieron tus párpados
y sellaron tu aliento;
ni la deshonra
que punzó tu ego;
ni la soledad,
que te causaba abatimiento;
los pseudoespirituales anatemas
tampoco lo pudieron,
ni el desprecio de aquellos que gustaron
de la supraexcelencia
de tu verbo.
Ahora ni siquiera,
temiendo el sacrilegio,
podía pronunciarse
tu nombre,
ni repetir tus versos.
Tu mente conocía la verdad
y era más libre
que las conciencias atrofiadas,
de enmascarada corrupción
y los ilógicos ingenuos,
que estaban
afuera.
Y floreció
con más impulso
tu grandeza,
y tu alma creció
hacia la inmarcesible
dimensión
eterna.
Buen poeta desde su niñez tiene un estilo pulido
ResponderEliminary es anante de unir y crear palabras que al leerlas por primera vez parecen únicas.
Celmiro Koryto